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Ronald Delgado |
Vous le savez, Ronald Delgado est l'un des auteurs qui participent à notre projet SF / C2C… – parmi les premiers à avoir répondu positivement à nos diverses demandes et qui, en l'occurrence, aura manifesté une disponibilité, une gentillesse et une générosité sans faille (en témoigne la longueur des réponses à cet entretien).
Merci à lui, très sincèrement, de la part de tous les Tradabordiens… Et merci à Elena Geneau, la désormais spécialiste des interviews extraterrestres.
La nouvelle sur laquelle travaille l'équipe des Étoiles filantes s'intitule « Réplique »… – vous la trouverez dans le document général (colonne de gauche).
Rappelons aussi que Ronald Delgado a un blog – où il publie l'essentiel de sa production science-fictionnelle (des histoires à télécharger et à découvrir… Élargissez vos horizons, amies lectrices et amis lecteurs) : ronalddelgado.wordpress.com
Rappelons aussi que Ronald Delgado a un blog – où il publie l'essentiel de sa production science-fictionnelle (des histoires à télécharger et à découvrir… Élargissez vos horizons, amies lectrices et amis lecteurs) : ronalddelgado.wordpress.com
Elena Geneau. ¿Desde
cuándo escribe?
Ronald Delgado. He
sido ávido lector desde muy joven, pero comencé a escribir con un
poco más de formalidad o seriedad a partir de los 14 o 15 años. Por
supuesto, al principio fueron historias muy mal logradas que
solamente servían para impresionar (o al menos, eso parecía) a mis
familiares y amigos del colegio.
E.G. ¿Desde
cuándo publica?
R.D. Mi
primera publicación la logré a los 17 años de edad, en un
semanario de alcance nacional llamado Urbe que existía en aquella
época. El semanario tenía una columna dedicada a los microrrelatos,
y por pura curiosidad le envié un cuento (muy malo, en mi opinión)
titulado Digital.
Ellos lo aceptaron y lo publicaron, y para mí fue muy satisfactorio
ver mi nombre y mi relato en ese semanario. Aún conservo un par de
copias amarillentas.
Por
supuesto, seguí leyendo y escribiendo, poco a poco mejorando mi
literatura. En aquel entonces (y todavía hoy en día) existían muy
pocos medios impresos o espacios para la literatura de ciencia
ficción, así que decidí investigar por Internet y así fue como
conocí las revistas electrónicas de género. Tras varios intentos
de publicación, y muchos rechazos, la revista Axxón Ciencia Ficción
finalmente aceptó uno de mis cuentos, titulado Disfrutar
de esa manera (posteriormente, El
nuevo juguete de María) y que salió
publicado en junio de 2002.
A
partir de ese momento me convencí de que mi literatura había
llegado a un nivel de calidad mínimo como para que revistas
electrónicas importantes y reconocidas como Axxón Ciencia Ficción,
Alfa Eridiani o NCG3660 aceptaran mis cuentos. En los años
siguientes seguí escribiendo y publicando cuentos en dichas
revistas.
En
el 2007 participé en un concurso titulado “1er Concurso de Relatos
Eróticos: Sexo para leer”, que fue organizada por la revista Urbe
Bikini, y resulté ganador del 3er lugar con un relato erótico de
ciencia ficción. El cuento fue publicado tanto en la revista como en
una antología que incluía a los cuentos finalistas.
Mi
primer libro, El Despertar de Meganet,
lo publiqué en España en el año 2008 a través de la editorial
Alfa Eridiani.
En
el 2009 fui invitado a participar en un evento llamado “Semana de
la Nueva Narrativa Urbana”, que es un ciclo de lecturas de
escritores emergentes que se realiza en Caracas una vez al año.
Mi
segundo libro de cuentos, titulado Réplica,
lo publiqué en el año 2011 y fue editado por el Fondo Editorial del
Caribe (Anzoátegui, Venezuela).
En
el 2011 también resulté ganador del 1er lugar del “VII Premio
Andrómeda de Ficción Especulativa” en la categoría relato.
Recientemente,
publiqué en formato electrónico y gratuito un libro de relatos de
fantasía titulado La tierra del cielo
sin sol, que se puede descargar en mi
blog ronalddelgado.wordpress.com así como Réplica,
que se puede conseguir en el mismo sitio también para descargar.
E. ¿Siempre
ha escrito Ciencia Ficción?
R.D. Principalmente.
He abordado también la Fantasía y el Terror, pero considero mi
fuerte la Ciencia Ficción y es el género en el que más cómodo y a
gusto me siento.
E.G. ¿Por
qué eligió este género?
R.D. Seguramente
va a parecer trillado pero creo que más bien fue la Ciencia Ficción
la que me eligió a mí.
Desde
muy pequeño siempre me sentí extrañamente atraído por todo lo que
tenía que ver con el espacio, las estrellas, los robots, las naves,
la ciencia, los científicos y esos temas (todavía sigo siendo un
geek). Recuerdo que de pequeño me gustaba tomar al azar libros de la
biblioteca de mis padres, sobre todo uno en especial que estaba lleno
de figuritas y números y esquemas y dibujos de vehículos y
proyectiles y cosas que en ese momento no entendía pero que me
parecían interesantes. Curiosamente ese libro era el texto de Física
General de Resnick que años después usé en la universidad cuando
estudié la carrera de física. Amaba (y hoy en día lo sigo
haciendo) Star Wars, así como las películas y los videojuegos de
Ciencia Ficción en general. Todavía no estoy seguro si la CF me
llevó a estudiar física, o fue la física la que me llevó a
escribir CF.
Mi
primer contacto con la literatura de CF fue en la escuela primaria.
Un día la profesora llevó al salón de clases una caja llena de
libros. Yo me puse a revisarlos, y entre todos, escogí uno que me
llamó la atención simplemente por el título. Le pregunté a la
profesora si podía llevármelo para leerlo, y ella me dijo que sí,
que lo leyera y después le contara de qué se trataba. El libro era
El hombre que no existía,
de Roger Zelazny. Sin embargo, mi afición por la CF comenzó cuando
me topé con la literatura de Isaac Asimov. Fueron sus libros de
cuentos y sus novelas las que me convirtieron en un lector compulsivo
de CF. Después de Asimov, siguieron Clarke y Bradbury y Heinlein y
Dick y Gibson y lo demás es historia...
E.G. ¿Qué
otros textos ha publicado?
R.D. Para
resumir, he publicado cuentos en las revistas Axxón Ciencia Ficción,
NCG3660, Alfa Eridiani, Qubit, Revista NM, Necronomicón, Semanario
Urbe, Revista Urbe Bikini, Imaginarios, entre otras.
Mis
libros publicados hasta la fecha son El
Despertar de Meganet, Réplica
y La tierra del cielo sin sol.
Otros
de mis textos aparecen en las antologías de literatura venezolana
Sexo a 62 manos
y Tiempos de Ciudad.
Actualmente
estoy por terminar un nuevo libro de relatos (todavía sin título
definitivo) para comenzar el proceso de búsqueda de una editorial
que se motive a publicarlo.
E.G. ¿Es
un gran lector de ciencia ficción?
R.D. Casi
exclusivamente. También me gusta leer de vez en cuando libros de
divulgación científica, pero el mayor volumen de lectura se lo
lleva la CF. Sin embargo, considero esto un error. Creo que necesito
y me falta leer mucha literatura clásica y latinoamericana de
diversos géneros para enriquecer mi propia literatura. El problema
es que mucho de lo que llaman mainstream
o literatura de la corriente principal me suele resultar muy aburrida
y se me hace difícil muchas veces el soportar la lectura, de modo
que tarde o temprano termino cerrando alguno de esos libros y
abriendo uno de CF para devorarlo. Por supuesto, disfruto también de
la Fantasía y el Terror.
E.G. ¿Cuáles
son sus autores preferidos? ¿Por qué?
R.D. En
primer lugar, Isaac Asimov, porque como lo comenté, fue el que me
acercó al género en mi infancia y adolescencia. La literatura de
Asimov (muy criticada por muchos) sin duda es llana y ligera, pero
creo que no ha existido ningún otro escritor tan ingenioso a la hora
de contar historias. Fue un autor que siempre respetó el aspecto
científico de la CF, y aún a pesar de las deficiencias a nivel
literario que pudo tener, sus cuentos y novelas siempre serán
recordadas como fundamentales en la historia del género.
Otro
de mis autores favoritos es Frank Herbert y su Saga Dune. Considero
que Dune, la primera de la Saga, es la mejor novela de CF jamás
escrita. Es el tipo de novela que envidio y que me habría gustado
haber escrito yo. No importa cuántas veces la lea, no dejo de
sorprenderme no sólo por la calidad literaria y de lenguaje que se
maneja en la novela, sino por la vastedad de la historia, la riqueza
de escenarios, personajes e intrigas. Dune es una historia épica en
la que confluyen temas tan trascendentales como la política, la
religión, la ecología, la sociedad, la ciencia y la tecnología, y
Frank Herbert supo crear todo un universo maravilloso alrededor de
esos temas tan importantes y tan humanos.
Philip
K. Dick no puede faltar en mi lista de autores favoritos, en especial
por sus novelas (lo considero mejor novelista que cuentista). En Dick
encontré una CF que más allá de centrarse en los aspectos
científicos y tecnológicos, tomaba al ser humano como el verdadero
protagonista de las historias. Considero la literatura de Dick
alucinante, como lo fue su propia vida. Su talento para construir y
derribar realidades fue excepcional. Novelas como Ubik,
o ¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?, representan para mí
ejemplos del tipo de literatura al que espero producir algún día:
historias que exploren lo profundo de la mente humana, de su relación
con los demás y con el ambiente, con la tecnología, y con el resto
del universo.
No
puede faltar tampoco la obra de William Gibson. Después de todo, yo
crecí formando parte de la era de las tecnologías de información y
comunicación. Afortunadamente siempre tuve acceso a las
computadoras, al internet, los videojuegos y las tecnologías
emergentes, de manera que me resultó natural identificarme con el
Cyberpunk de Gibson. Neuromancer,
por supuesto, fue mi primer encuentro con Gibson, y el único que
necesité para saber que lo admiraba. Hoy en día mi literatura está
cargada de elementos propios del movimiento que inició Gibson, y me
parece inevitable teniendo en cuenta la dirección que está tomando
la tecnología actual.
Además
de los que mencioné, otros autores que han influenciado mucho mi
literatura son Robert Heinlein, Orson Scott Card, Ray Bradbury, E. A.
Poe y Arthur Clarke.
No
puedo dejar de mencionar también dos autores venezolanos que me han
enseñado
mucho sobre literatura: Carlos Noguera y Armando José Sequera.
E.G. ¿Qué autor lo ha inspirado más?
R.D. Creo
que no tengo uno en particular, o quizá todos han aportado algo.
Además de Asimov, Herbert, Dick y Gibson, prefiero pensar en grandes
obras que me han marcado, tanto en lo literario como en lo humano.
Entre estas obras puedo mencionar: Saga de la Fundación (Asimov),
Saga de Dune (Herbert), Saga de Ender (Scott Card), Forastero en
Tierra Extraña (Heinlein), Ubik, ¿Sueñan los androides con ovejas
eléctricas?, y Una mirada a la oscuridad (Dick), Farenheit 451
(Bradbury), 1984 (Orwell), Flores para Algernon (Keyes), Neuromancer
(Gibson), La Naranja Mecánica (Burgess) y muchas más.
E.G. ¿Se
dice que hay muy poca ciencia ficción en su país, es verdad? ¿Por
qué?
R.D. Lamentablemente,
así es. La ciencia ficción en Venezuela ha sido un género
literario que más que un movimiento consistente, ha sido abordado
por algunos autores de manera esporádica desde hace, diría yo, unos
treinta o cuarenta años, pero sin existir nunca una masa crítica de
autores que pudieran establecer el género. Venezuela es un país que
tuvo y tiene una gran tradición literaria en cuanto al realismo
mágico se refiere, y los primeros intentos de ciencia ficción o
fantasía que se realizaron quizá partieron de ese enfoque.
Sin
embargo, puedo enumerar algunas de las razones que creo yo son las
causantes de que no exista esa atención necesaria al género: en
primer lugar, teniendo en cuenta la historia universal del género,
siempre se pensó en la ciencia ficción como una literatura del “1er
Mundo”, debido en gran parte a su relación con la ciencia y la
tecnología. Históricamente nuestros países latinoamericanos han
estado siempre en la retaguardia del desarrollo tecnológico, por lo
que, pienso yo, jamás se consideró a la ciencia ficción como algo
verosímil o serio en Venezuela bajo ese contexto. (La realidad es
que, en sus inicios, la CF sí tenía mucho que ver con el desarrollo
tecnológico, pero actualmente ese paradigma ha cambiado y la CF
moderna tiene también que ver con la sociedad, el ambiente, la
naturaleza humana, el desarrollo físico y mental, la relación entre
las especies y las razas, humanos o no, entre muchas otras cosas. En
este nuevo paradigma, creo que Latinoamérica tiene mucho qué
decir).
Por
otro lado, creo que siempre ha existido (y sigue siendo así) una
especie de rechazo editorial hacia el género. El término que suelo
utilizar es que, en mi país, es un género marginado.
En Venezuela se publica mucha poesía, y mucha narrativa de calidad,
pero he notado siempre un gran prejuicio por parte de las grandes
editoriales hacia la ciencia ficción. Claro está, las grandes
editoriales siempre se manejan por el dinero y las ganancias, y
lamentablemente la ciencia ficción no es precisamente el género que
mayores ventas produce (al menos, no en Latinoamérica), aunque
cuando invaden el mercado con las novelas fantásticas importadas (y
que están de moda) el público venezolano las compra con el mismo
afán que en los demás países.
En
términos generales, el apoyo hacia el género es prácticamente nulo
(salvo contados casos), tanto por parte de las grandes editoriales
como de las organizaciones, entes o instituciones orientadas a la
literatura.
Supongo
que todos estos factores confluyen para que los autores, en vista del
poco apoyo al género y la dificultad para publicar, pierdan la
motivación para escribir ciencia ficción en serio, con miras a ser
conocidos y reconocidos, y por lo tanto terminan haciéndolo más
como un hobby o una forma de distraerse, sin pensar en el objetivo de
crear y sostener un movimiento nacional alrededor del género.
Afortunadamente,
el escenario de la ciencia ficción venezolana cambió
considerablemente con la aparición de internet y los medios
digitales. Aunque seguimos siendo pocos, las revistas digitales y las
formas electrónicas de divulgación de contenidos permitieron que
diversas voces se dieran a conocer, como por ejemplo Jorge de Abreu,
Susana Sussmann, Nicolás Camacho, Joseín Moros, entre otros, cada
uno defendiendo su espacio con mucha humildad, algunos produciendo
más que otros, pero al menos con mucha más presencia y coherencia
que en años pasados. Gracias a esto, pudimos demostrar que de hecho
sí existen escritores de ciencia ficción venezolanos (por
sorprendente que parezca, muchas veces me he conseguido con personas,
tanto lectores casuales como escritores y “expertos” en
literatura, haciéndome la pregunta: ¿Y existen escritores de CF
venezolanos?).
En
mi caso lo considero una lucha, ya de muchos años. Un profesor de
narrativa empleó una vez un término que me agradó mucho: dijo que
yo era un militante
de la CF. Siempre he escrito CF, y nunca dejaré de hacerlo. Por
suerte, o producto del esfuerzo, mi insistencia me permitió obtener
en Venezuela la publicación de Réplica,
un libro de cuentos de ciencia ficción (que creo yo hacía años no
ocurría). Por supuesto, también mi insistencia me permitió obtener
los pocos premios que he ganado pero que atesoro enormemente.
Actualmente
estoy apostando por el alcance de los medios electrónicos para dar a
conocer mi trabajo, y por ello creé mi blog
ronalddelgado.wordpress.com en donde ofrezco gratis mis libros y en
donde los lectores interesados pueden encontrar muestras de mi obra,
y si lo desean, realizar colaboraciones o donaciones para apoyar mi
trabajo.
A
pesar de todas las dificultades, no pierdo las esperanzas de seguir
publicando en papel a través de editoriales conocidas, y aunque sé
que será difícil, creo que lo importante es seguir luchando y
demostrando con hechos (es decir, con buenos textos) que sí existe
ciencia ficción venezolana, y que no es necesario ser un país del
primer mundo para crear buena literatura de CF.
E.G. ¿Se
dice que la literatura de ciencia ficción es más bien para los
adolescentes, piensa que en realidad tiene un alcance más
importante?
R.D. La
percepción de la CF como género para adolescentes quizá tiene su
origen en la propia manera como se expandió el género,
principalmente en EEUU, a partir de las llamadas revistas de pulpa.
Los folletos y los comics fueron, en parte, los primeros medios de
divulgación de la CF a nivel mundial, y esto quizá arrastró esa
concepción de la CF como literatura adolescente. Sin embargo,
quienes hoy en día piensen que la CF es un género adolescente
demuestran, en mi opinión, una gran ignorancia.
La
realidad es que la CF ha servido como uno de los vehículos más
indicados para mostrar y especular sobre los problemas fundamentales
de la sociedad humana, desde un punto de vista tan adulto como lo
pueden tener la ciencia y la tecnología, política, la religión, el
sexo o la economía.
Algo
que también le ha hecho mucho daño a la percepción de la CF como
género literario serio ha sido el cine de Hollywood.
Lamentablemente, la mayoría de las películas de CF son obras muy
malas cuyo objetivo simplemente es entretener, cosa totalmente ajena
a la literatura de CF de calidad.
Definitivamente,
el carácter especulativo de la CF permite plantear escenarios,
realidades alternas y puntos de vista que generalmente la literatura
tradicional no puede, y que de hecho nos sirven para estudiar o
exponer de multitud de formas los aspectos más profundos de la
naturaleza humana. Obras como 1984,
Un mundo feliz,
Farenheit 451
o Forastero en Tierra Extraña,
son ejemplos del nivel de crítica social que el género permite en
su contexto.
Por
supuesto, la CF también puede perfectamente generar literatura para
el entretenimiento, para maravillar, para disfrutar de una historia o
una anéctoda, de la misma forma que centenares de obras de
literatura convencional lo hacen.
Creo
que el alcance de la CF sólo está limitado por la imaginación del
autor y de su cómplice, el lector.
E.G. ¿Qué
opina del porvenir de la literatura de Ciencia Ficción en
Latinoamérica en general y en su país en particular?
R.D. Irónicamente,
hasta para mí como autor de CF, se me hace difícil vaticinar el
porvenir de la CF latinoamericana.
Creo
que su expansión en los últimos años es evidente, como dije,
gracias a los medios digitales de divulgación de contenidos. Haría
falta, para consolidar la CF latinoamericana, un poco más de
apertura y cambio de mentalidad por parte de las casas editoriales.
Sin embargo, creo que el futuro, a pesar de todo, es promisorio.
Lo
digo principalmente por lo siguiente: actualmente el mundo se
encuentra en crisis, y es notorio como los países desarrollados,
principales productores de literatura de CF, se encuentran ahora
sumidos en grandes problemas sociales y económicos (muchas veces
predichos por la CF), y por supuesto, tales problemas han afectado
también su sector editorial. En España, por ejemplo, se han visto
muy afectadas las editoriales, sobre todo las más pequeñas que,
generalmente, tienen más apertura hacia los géneros especulativos.
En EEUU, por otro lado, parece existir una tendencia que indica que
el público se está “aburriendo” de la CF local, y están
dirigiendo su interés a nuevos puntos de vista, como por ejemplo la
literatura asiática.
En
este contexto, pienso que es el momento de Latinoamérica para
posicionar sus manifestaciones artísticas y literarias (y no sólo
en CF, sino en todo tipo de literatura), sobre todo teniendo en
cuenta que los cambios políticos y sociales que se están
produciendo en nuestros países desde hace unos años al parecer han
puesto a la región en el ojo de la opinión pública mundial.
Teniendo
en cuenta nuestra idiosincrasia latinoamericana, nuestras costumbres,
nuestras realidades particulares y nuestra historia, creo que
Latinoamérica tiene el potencial para ofrecer una CF con estilo
propio y diferente, y el momento más indicado es ahora, pues la
dinámica mundial así parece indicarlo.
En
relación a Venezuela, me atrevo a decir que poco a poco se está
haciendo más notoria la existencia de entusiastas de la CF, tanto
lectores como escritores (y una vez más, gracias a los medios
digitales, redes sociales, etc). Persiste todavía el rechazo
editorial de las grandes empresas relacionadas con el negocio del
libro, pero creo que tarde o temprano los cambios que se están
produciendo en la forma como se generan y distribuyen contenidos
traerán como consecuencia un replanteamiento de esos modelos de
negocios, lo que, espero, favorecerá tanto a la literatura de género
como a los autores nóveles.
Por
último, creo que los autores tienen también una gran
responsabilidad en cuanto al futuro del género se refiere. En un
mundo en donde la mayoría de los “académicos” y “expertos”
de la literatura tienen evidentes prejuicios hacia la CF, es trabajo
de los autores de CF demostrarles lo contrario. Es necesario
escribir, producir y publicar, por los medios necesarios, más y
mejor CF. Es necesario producir textos de calidad, conquistar
espacios, hacer ruido, divulgar el género y enamorar al público
lector. Es imprescindible sacudir las estructuras para defender el
concepto de que la CF es tan importante como cualquier otro tipo de
literatura realista o de la corriente principal.
Soy
optimista y aún cuando pueda parecer ingenuo, sigo soñando con una
Latinoamérica en donde un autor de CF, como yo, pueda vivir de su
literatura. ¡Vaya sueño!
E.G. ¿La
Ciencia Ficción es una manera de expresar la realidad?
R.D. Creo
que la CF es el género literario más realista que existe.
La
versatilidad y flexibilidad de la CF nos permite crear mundos,
escenarios, ambientes y situaciones diversas que logran resaltar y
poner a prueba todos los aspectos de la naturaleza y la psique
humana, sin las limitaciones, reglas, tabúes o convencionalismos del
mundo real o el mundo cotidiano (claro que, siempre se debe tener muy
en cuenta la verosimilitud, de lo contrario no sería CF sino
fantasía).
De
modo que la CF no es solamente un medio para expresar y explorar la
realidad, sino que es uno de los géneros más apropiados, más
maravillosos y más satisfactorios para hacerlo.
***
Elena Geneau. Depuis quand écrivez-vous ?
Ronald Degaldo. Très jeune déjà, je dévorais des livres, mais j’ai commencé à écrire de façon un peu plus formelle et sérieuse vers l'âge de 14-15 ans. Au début, bien sûr, il s'agissait d'histoires plutôt mal abouties, dont le but était uniquement d'impressionner (du moins le croyais-je) ma famille et mes amis au collège.
E.G. Depuis quand vos textes sont-ils publiés ?
R.D. J'ai obtenu ma première publication à l'âge de 17 ans, dans un hebdomadaire de portée nationale nommé « Urbe » qui existait à l'époque. Ce magazine avait une rubrique dédiée aux micro-récits et, par pure curiosité, je leur ai envoyé une nouvelle (que je jugeais très mauvaise) intitulée « Digital ». Ils l’ont retenue puis publiée, et ça a été pour moi une grande satisfaction de voir figurer mon nom et mon récit dans ce magazine, dont je conserve d'ailleurs encore quelques exemplaires jaunis.
Évidemment, j’ai continué à lire et à écrire, améliorant peu à peu ma manière de faire. À cette époque-là (et aujourd'hui encore), il existait très peu de supports imprimés ou de place pour la science-fiction. J’ai alors décidé d'effectuer des recherches sur Internet, et c’est là que j’ai découvert les revues électroniques consacrées à ce genre. Après plusieurs tentatives et de nombreux refus, la revue « Axxón Ciencia Ficción » a finalement accepté l'une de mes nouvelles, d'abord intitulée « Disfrutar de esa manera », puis par la suite « El nuevo juguete de María », publiée en juin 2002.
À partir de ce moment-là, j’étais convaincu que mon travail avait atteint une qualité minimum pour que des revues électroniques importantes et reconnues telles que « Axxón Ciencia Ficción », « Alfa Eridiani » ou encore « NCG3660 » acceptent mes textes. Au cours des années suivantes, j’ai continué à écrire et à être publié dans lesdites revues.
En 2007, j’ai participé au « 1er concours de récits érotiques : sexe à lire », organisé par le magazine « Urbe Bikini ». J’ai remporté la 3ème place grâce à une nouvelle érotique de science-fiction, publiée dans le magazine ainsi que dans d'une anthologie des textes finalistes.
Mon premier recueil de nouvelles, El Despertar de Meganet, a été publié en Espagne en 2008, aux éditions Alfa Eridiani.
En 2009, j'ai été invité à participer à l'événement « Semaine du nouveau roman urbain », un cycle de lectures d'écrivains émergents qui a lieu à Caracas une fois par an.
Mon second recueil de nouvelles, intitulé Réplica, a été quant à lui publié en 2011 et édité par le Fondo Editorial del Caribe (Anzoátegui, Venezuela).
En 2011, j'ai également décroché la première place du « VII ème Prix Andromède de Fiction Spéculative » dans la catégorie récit.
J'ai récemment publié, au format électronique et gratuit, un recueil de nouvelles de Fantasy intitulé La tierra del cielo sin sol, qu'il est possible de télécharger sur mon blog : ronalddelgado.wordpress.com, de même que Réplica.
E.G. Avez-vous toujours écrit de la Science-Fiction ?
R.D. Principalement. J'ai également abordé la fantasy et l'épouvante, mais je considère que mon point fort est la Science-Fiction. C'est le genre dans lequel je me sens le mieux et le plus à mon aise.
E.G. Quelles sont les raisons qui vous ont amené à choisir ce genre ?
R.D. Cela va sans doute faire cliché, mais je crois que c’est plutôt la science-fiction qui m’a choisi.
Depuis tout petit, je me suis toujours senti étrangement attiré par tout ce qui était en rapport avec l’espace, les étoiles, les robots, les vaisseaux, la science, les scientifiques… tous ces thèmes-là (je suis d'ailleurs toujours un geek). Je me souviens qu’enfant, j’aimais prendre des livres au hasard dans la bibliothèque de mes parents, surtout un en particulier, rempli de figurines, de nombres, de schémas, de dessins de véhicules, de projectiles et de choses qu’à ce moment-là, je ne comprenais pas mais qui, malgré tout, me paraissaient intéressantes. Curieusement, ce livre n’était autre que Le Livre de Physique Générale de Resnick qui, des années plus tard, m’a servi lors de mes études de physique à l’université. J’aimais (et c’est toujours le cas) Star Wars, ainsi que les films et les jeux-vidéo de science-fiction en général. Je ne sais toujours pas si c’est la SF qui m’a conduit à étudier la physique, ou si c’est la physique qui m’a conduit à écrire de la SF.
Mon premier contact avec la littérature de science-fiction a eu lieu à l’école primaire. Un jour, l'institutrice avait apporté une caisse pleine de livres en classe. J'ai commencé à les feuilleter, et j’en ai choisi un dont le titre avait retenu mon attention. Je lui ai alors demandé si je pouvais l’emmener chez moi pour le lire, et elle a accepté à condition qu'après l'avoir lu, je le lui raconte. Il s’agissait de L’Homme qui n’existait pas, de Roger Zelazny. Cependant, mon penchant pour la SF s’est révélé quand je suis tombé sur l’œuvre d'Isaac Asimov. Ce sont ses recueils de nouvelles et ses romans qui ont fait de moi un lecteur compulsif de SF. Après Asimov, j'ai lu Clarke, Bradbury, Heinlein, Dick, Gibson. Et la suite, vous la connaissez…
E.G. Quels autres textes avez-vous publié ?
R.D. Pour résumer, j’ai publié des nouvelles dans les revues Axxón Ciencia Ficción, NCG3660, Alfa Eridiani, Quibit, Revista NM, Necronomicón, Semanario Urbe, Urbe Bikini, et Imaginarios, entre autres.
Les recueils que j'ai publiés jusqu'à présent sont El Despertar de Meganet, Réplica et La tierra del cielo sin sol.
Certains autres de mes textes apparaissent dans les anthologies de littérature vénézuélienne Sexo a 62 manos et Tiempos de Ciudad. Je suis actuellement sur le point de terminer un nouveau recueil de récits (je n’ai pas encore arrêté de titre), avant de me mettre en quête d’une maison d’édition qui veuille bien le publier.
E.G. Êtes-vous un grand lecteur de science-fiction ?
R.D. Je ne lis quasiment que ça. J’aime aussi lire, de temps en temps, des ouvrages de vulgarisation scientifique, mais la SF constitue le plus gros de mes lectures ; ce qui je pense, est une erreur. Je crois qu'il me reste à lire encore beaucoup de littérature classique et latino-américaine de genres différents afin d'enrichir ma propre littérature. Le problème est qu'habituellement, la plupart de ce que l’on appelle mainstream ou littérature de courant principal m’ennuie profondément ; il m’est donc souvent très difficile d’en supporter la lecture, si bien que tôt ou tard je finis par fermer l'un de ces livres, au profit d'un de SF, que je dévore. Bien sûr, je lis également avec plaisir la fantasy et l'épouvante.
E.G. Quels sont vos auteurs favoris ? Pourquoi ?
R.D. En premier lieu, Isaac Asimov, car comme je l’ai dit, c’est grâce à lui que j'ai approché la SF dans mon enfance et mon adolescence. Sa littérature (objet de nombreuses critiques) est sans conteste simple et légère, mais je crois qu'il n'a existé aucun autre écrivain aussi ingénieux pour ce qui est de conter des histoires. Ce fut un auteur qui a toujours respecté l'aspect scientifique de la SF, et même en dépit des faiblesses qu'il a pu avoir sur le plan littéraire, on se souviendra toujours de ses nouvelles et de ses romans comme étant fondamentaux dans l'histoire du genre.
Un autre de mes auteurs favoris est Frank Herbert avec son Cycle Dune. Pour moi, Dune, le premier tome du Cycle, représente le meilleur roman de SF jamais écrit. C'est le genre de roman que j'envie et dont j'aurais aimé être l'auteur. Aussi souvent que je le lise, il n'a jamais cessé de me surprendre, non seulement de par sa qualité littéraire et linguistique, mais également de par la profondeur de l'histoire, la richesse des lieux, des personnages, et des intrigues. Dune est une épopée, où se rejoignent des thèmes majeurs tels que la politique, la religion, l'écologie, la société, la science ou encore la technologie. Frank Herbert a su créer tout un univers merveilleux autour de ces thèmes si importants, et si humains.
Philip K.Dick ne peut être absent de la liste de mes auteurs favoris, en particulier pour ses romans (il est selon moi meilleur romancier que nouvelliste). Chez Dick, j'ai découvert une SF qui, au-delà de se centrer sur les aspects scientifiques et technologiques, considérait l'être humain comme le véritable protagoniste des histoires. La littérature de Dick est à mes yeux hallucinante, à l'image de sa vie. Il avait un talent exceptionnel pour construire et renverser les réalités. Des romans tels que Ubik ou Les Androïdes rêvent-ils de moutons électriques ? , représentent pour moi de parfaits exemples du type de littérature que j'espère pouvoir produire un jour : des histoires qui explorent en profondeur l'esprit humain, sa relation aux autres et à son environnement, à la technologie, ainsi qu'au reste de l'univers.
Je suis également obligé de faire référence à l'œuvre de Wiliam Gibson. Après tout, j'ai grandi à l'ère des technologies d'information et de communication. J'ai la chance d'avoir toujours eu accès aux ordinateurs, à Internet, aux jeux vidéo et aux technologies émergentes, si bien que je me suis naturellement identifié au Cyberpunk de Gibson. Neuromancien fut évidemment mon premier contact avec Gibson, et le seul dont j'ai eu besoin pour savoir que je l'admirais. Aujourd'hui, ma littérature est chargée d'éléments propres au mouvement dont Gibson fut le chef de file, et cela me paraît inévitable étant donné la direction que prend la technologie actuelle.
Outre ceux que je viens de mentionner, d'autres auteurs ayant largement influencé ma littérature sont Robert Heinlein, Orson Scott Card, Ray Bradbury, E.A. Poe,et Arthur Clarke.
Je ne dois pas oublier non plus deux auteurs vénézuéliens qui m'ont beaucoup appris sur ma littérature : il s'agit de Carlos Noguera et Armando José Sequera.
E.G. Quel auteur vous a le plus inspiré ?
R.D. Je ne crois pas qu'il y en ait un en particulier, mais plutôt que tous m'ont apporté quelque chose. Outre Asimov, Herbert, Dick et Gibson, je préfère penser aux grandes œuvres qui m'ont marqué, tant au niveau littéraire qu'humain. Parmi ces œuvres, je peux citer le Cycle de Fondation (Asimov), le Cycle de Dune (Herbert), le Cycle d'Ender (Scott Card), En Terre Étrangère (Heinlein), Ubik, Les Androïdes rêvent-ils de moutons électriques ?, et Substance Mort (Dick), Farenheit 451 (Bradbury), 1984 (Orwell), Des Fleurs Pour Algernon (Keyes), Neuromancien (Gibson), Orange Mécanique (Burgess) et bien d'autres encore.
E.G. On dit qu'il y a très peu de science-fiction dans votre pays, c'est vrai ? Pourquoi ?
R.D. C'est malheureusement le cas. Au Venezuela, la science-fiction est un genre littéraire qui, plus qu'un mouvement consistant, a été abordé de manière sporadique par quelques auteurs depuis environ trente ou quarante ans, mais sans qu'il n'y ait jamais pour autant une masse critique d'auteurs susceptibles d'établir le genre. Le Venezuela est un pays qui a eu et qui a toujours une grande tradition littéraire du réalisme magique, et les premiers essais de science-fiction ou de fantasy qui y ont été réalisés sont peut-être partis de cette optique.
Cependant, je peux énumérer quelques unes des raisons qui sont, me semble-t-il, à l'origine de ce manque d'égards pourtant nécessaires au genre : en premier lieu, en tenant compte de l'histoire universelle du genre, on a toujours perçu la science-fiction comme une littérature du « premier monde », en grande partie du fait de son rapport à la science et à la technologie. Historiquement, nos pays d'Amérique latine ont toujours été les laissés-pour-compte du développement technologique, c'est pourquoi il me semble que dans un tel contexte, au Venezuela, on n'a jamais considéré la science-fiction comme quelque chose de vraisemblable ou de sérieux. (En réalité, à ses débuts, la SF avait effectivement beaucoup à voir avec le développement technologique, mais ce paradigme a aujourd'hui évolué, et la SF moderne a également à voir avec la société, l'environnement, la nature humaine, le développement physique et mental, la relation entre les espèces et les races, humaines ou non, entre beaucoup d'autres choses. Dans ce nouveau paradigme, je crois que l'Amérique latine a beaucoup à dire).
D'un autre côté, je crois qu'il y a toujours eu (et qu'il y a encore) une sorte de rejet éditorial envers le genre. Le terme que j'emploie d'habitude pour qualifier le genre dans mon pays est qu'il est marginalisé. Au Venezuela, on publie beaucoup de poésie et de romans de qualité, mais j'ai toujours remarqué un préjugé important de la part des grandes maisons d'édition envers la science-fiction. Il est certain que ces dernières sont toujours régies par l'argent et les bénéfices, et, malheureusement, la science-fiction n'est pas exactement le genre qui enregistre les meilleures ventes (du moins, pas en Amérique latine), bien que lorsque le marché se retrouve envahi de romans fantastiques importés (et à la mode), le public vénézuélien les achète avec le même engouement que dans les autres pays.
Généralement, le soutien envers le genre est pratiquement nul (sauf cas isolés), tant de la part des grandes maisons d'édition que de celle des organisations, des sociétés ou des institutions tournées vers la littérature.
Je suppose que tous ces facteurs tendent à ce que les auteurs, au vu du peu de soutien dont bénéficie le genre et de la difficulté à publier, se démotivent et renoncent à écrire sérieusement de la science-fiction en vue d'être connus et reconnus et, par conséquent, finissent par le faire davantage comme un hobby ou en dilettante, en perdant de vue l'objectif de créer et de soutenir un mouvement national autour du genre.
Heureusement, la scène de la science-fiction vénézuelienne a considérablement changé avec l'apparition d'Internet et des médias numériques. Bien que l'on soit encore peu nombreux, les revues numériques et les médias électroniques de diffusion de contenu ont permis à plusieurs voix de se faire connaître, comme par exemple Jorge de Abreu, Susana Sussmann, Nicolás Camacho, Joseín Moros, entre autres, chacun défendant sa place avec beaucoup d'humilité, quelques-uns produisant davantage que d'autres, mais en tous cas avec beaucoup plus de présence et de cohérence qu'au cours des dernières années. Grâce à cela, on a pu démontrer qu'il existait bel et bien des auteurs de science-fiction vénézuéliens (aussi surprenant que cela puisse paraître, je me suis souvent retrouvé face à des personnes, aussi bien des lecteurs fortuits que des écrivains et « experts » littéraires, qui me demandaient : « Et est-ce qu'il existe des écrivains de SF vénézuéliens ? »).
Pour ma part, je considère cela comme une lutte, longue de plusieurs années déjà. Un professeur d'écriture a une fois employé un terme qui m'a beaucoup plu : il a affirmé que j'étais un militant de la SF. J'ai toujours écrit de la SF, et je ne cesserai jamais de le faire. Par chance, ou peut-être est-ce le fruit de mes efforts, mon insistance m'a permis d'obtenir au Venezuela la publication de Réplica, un recueil de nouvelles de science-fiction (je pensais que ça n'arriverait jamais). Évidemment, mon obstination m'a également permis d'obtenir le peu de prix que j'ai gagné, mais que je conserve précieusement.
Pour l'heure, je mise sur la portée des médias électroniques afin de faire connaître mon travail, et c'est pourquoi j'ai créé mon blog ronalddelgado.wordpress.com. J'y propose mes livres gratuitement, les lecteurs intéressés peuvent y trouver des extraits de mon œuvre et, s'ils le désirent, réaliser des collaborations ou des donations afin de soutenir mon labeur. En dépit de toutes les difficultés, je ne perds pas l'espoir de continuer à publier sur papier par l'intermédiaire de maisons d'édition connues, et bien que je sache que cela s'avérera difficile, je crois que le plus important est de continuer à lutter, en démontrant par des faits (c'est-à-dire, avec de bons textes) qu'il existe bel et bien une science-fiction vénézuelienne, et qu'il n'est pas nécessaire d'être un pays du premier monde pour créer de la bonne littérature SF.
E.G. On dit que la littérature de science-fiction est plutôt destinée aux adolescents, pensez-vous qu'elle ait, en réalité, une portée plus importante ?
R.D. Le fait que la SF soit perçue comme un genre pour adolescents tire peut-être son origine de la façon même dont s'est développé le genre, principalement aux USA, à partir des magazines dits pulps. Les feuilletons et les bandes-dessinées furent, en partie, les premiers médias de vulgarisation de la SF au niveau mondial, et cela a peut-être engendré cette conception de la SF comme étant de la littérature pour adolescents. Cependant, ceux qui ont aujourd'hui cette opinion font preuve, selon moi, d'une grande ignorance.
En réalité, la SF a fait office de vecteur de choix pour pointer et penser les problèmes fondamentaux de la société humaine, d'un point de vue aussi adulte que peuvent l'avoir la science, la technologie, la politique, la religion, le sexe ou l'économie.
Ce qui a également fait beaucoup de tort à la perception de la SF en tant que genre littéraire sérieux, c'est le cinéma Hollywoodien. Malheureusement, la plupart des films de SF sont des œuvres très mauvaises dont le seul but est de divertir, chose totalement contraire à la littérature SF de qualité.
En définitive, le caractère spéculatif de la SF permet de concevoir des cadres, des réalités alternatives et des points de vue que la littérature traditionnelle ne peut généralement pas adopter et qui, de fait, nous servent à étudier et à exposer, de multiples façons, les aspects les plus profonds de la nature humaine. Des œuvres telles que 1984, Le Meilleur des mondes, Farenheit 451, ou En Terre Étrangère, sont des exemples du niveau de critique sociale que permet le genre dans son contexte.
Bien sûr, la SF peut aussi parfaitement générer de la littérature qui divertit, qui émerveille, qui permet de savourer une histoire ou une anecdote, tout comme le font des centaines d'œuvres littéraires conventionnelles. Selon moi, la portée de la SF est uniquement limitée par l'imagination de l'auteur et celle de son complice, le lecteur.
E.G. Que pensez-vous de l'avenir de la littérature de Science-Fiction en Amérique latine en général, et dans votre pays en particulier ?
R.D. Ironiquement, même pour moi en tant qu'auteur de SF, il est difficile de prédire l'avenir de la SF latino-américaine.
Je crois que son expansion au cours des dernières années est évidente, comme je l'ai dit, grâce aux médias numériques de diffusion de contenu. Afin de consolider la SF latino-américaine, il faudrait un peu plus d'ouverture ainsi qu'un changement de mentalité de la part des maisons d'édition. Cependant, le futur me semble malgré tout prometteur.
Je dis cela principalement parce qu'aujourd'hui, le monde est en crise, et il est de notoriété publique que les pays développés, principaux producteurs de littérature SF, se trouvent à présent plongés au cœur d'importants problèmes sociaux et économiques (souvent prédits par la SF), or de tels problèmes ont évidemment aussi porté préjudice à leur secteur éditorial. En Espagne, par exemple, les maisons d'édition s'en sont vues très touchées, notamment les plus petites, qui se montrent en général plus ouvertes envers les genres spéculatifs. Aux États-Unis, d'un autre côté, il semble exister une tendance indiquant que le public est en train de se « lasser » de la SF locale, et commence à s'intéresser à de nouveaux points de vue, comme par exemple la littérature asiatique.
Dans ce contexte, je pense qu'il est temps pour l'Amérique latine de positionner ses manifestations artistiques et littéraires (pas seulement pour la SF, mais pour tout type de littérature), surtout si l'on considère que les changements politiques et sociaux qui s'opèrent dans nos pays depuis quelques années ont apparemment fait de la région le point de mire de l'opinion publique mondiale.
En tenant compte de notre idiosyncrasie latino-américaine, de nos coutumes, de nos réalités spécifiques et de notre histoire, je crois que l'Amérique latine a le potentiel pour offrir une SF différente avec son propre style, et le moment le plus opportun pour le faire, c'est maintenant, car c'est ce que semble indiquer la dynamique mondiale.
En ce qui concerne le Venezuela, j'ose affirmer que, peu à peu, l'existence de passionnés de SF — qu'ils soient lecteurs ou écrivains— se fait plus notoire (et une fois de plus, grâce aux médias numériques, aux réseaux sociaux, etc). Le rejet éditorial des grandes entreprises liées au commerce du livre persiste toujours mais je crois que, tôt ou tard, les changements qui se produisent quant à la manière dont on génère et distribue les contenus provoqueront en conséquence un réexamen de ces modèles d'entreprise, ce qui, je l'espère, favorisera autant la littérature de genre que les auteurs débutants.
Enfin, je crois que les auteurs ont également une grande responsabilité en ce qui concerne l’avenir du genre. Dans un monde où la plupart des « académiciens » et « experts » de la littérature ont d'évidents préjugés envers la SF, c'est le travail des auteurs de SF que de leur démontrer le contraire. Il est nécessaire d'écrire, de produire et de publier, par tous les moyens, toujours plus de SF, et toujours meilleure. Il est essentiel de produire des textes de qualité, de conquérir des espaces, de faire du bruit, de vulgariser le genre et de séduire le lectorat. Il est indispensable de secouer les structures pour défendre l'idée que la SF est aussi importante que tout autre type de littérature réaliste ou du courant principal.
Je suis optimiste, et même si cela peut sembler naïf, je continue de rêver d'une Amérique latine où un auteur de SF, comme moi, pourrait vivre de sa littérature. C'est beau de rêver !
E.G. La Science-Fiction est-elle une manière d'exprimer la réalité ?
R.D. Selon moi, la SF est le genre littéraire le plus réaliste qui soit. Sa versatilité et sa flexibilité nous permettent de créer des mondes, des cadres, des atmosphères et des situations diverses qui parviennent à faire ressortir et à mettre à l'épreuve tous les aspects de la nature et de la psyché humaine, sans les limites, les règles, les tabous ni les conventionnalismes du monde réel ou quotidien (Il est évident qu'on doit toujours particulièrement tenir compte de la vraisemblance, sans quoi cela ne serait pas de la SF, mais de la fantasy).
La SF est donc non seulement un moyen d'exprimer et d'explorer la réalité, mais constitue également l'un des genres les plus appropriés, les plus merveilleux et les plus satisfaisants qui soient pour le faire.
Traduction par Florence Debs et Justine Ladaique
1 commentaire:
Gracias Ronald por tu disponibilidad y tu generosidad !
Y por supuesto que visitaremos tu Blog:
ronalddelgado.wordpress.com
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