dimanche 19 février 2012

La nouvelle de Claudio G. del Castillo (Cuba) – « Pioneros del espacio »»


Cette nouvelle sera travaillée par une nouvelle équipe, les Aurores boréales dont les membres sont les suivants : Perrine Huet (ex-apprentie traductrice du Master 2 pro « métiers de la traduction » de Nordeaux 3 ; encore pour peu de temps une Supernova) ; Justine Ladaique (ex-Jupiter) et Sophie Veaux (des Pictatrades – Université de Poitiers).
Croyez-moi, chères traductrices, vous allez prendre beaucoup de plaisir à traduire ce texte… – intelligent, drôle et très bien ficelé. On pourrait penser que je suis de parti pris parce qu'il s'agit d'un Cubain ; or si cet élément me réjouit, le fait est que la nouvelle est un vrai délice.
Avant de commencer, il est nécessaire que vous partiez avec un petit bagage, sous peine de passer à côté d'éléments essentiels, mais implicites, et de ne pas pleinement goûter la saveur de cette histoire ; donc de ne la rendre que médiocrement au lecteur francophone. Il vous faudra donc vous renseigner sur Laïka et Youri Gagarin.
Quand cela sera fait, mettez-moi un petit message dans les commentaires… et j'enverrai sur-le-champ la phrase 1.
Bon voyage !


Un grand merci à l'auteur de nous avoir fait don de son texte aussi généreusement. En échange, ne doute pas que nous le traiterons « con amor y escualidez », selon la formule choisie par un autre Cubain que nous aimons bien. Les amateurs le reconnaîtront ;-)


[Comme vous le voyez, je vous associe le bleu]


PIONEROS DEL ESPACIO
Claudio G. del Castillo
Al 50 aniversario de la heroica gesta.
A mi manera, claro.

La Vostok 1 asciende rauda entre torbellinos de fuego y humo. Poco después, a 315 kilómetros de altura, inicia su órbita alrededor de la Tierra. La gran potencia comunista se ha llevado la gloria: el primer hombre en el espacio es soviético. O eso piensan en el cosmódromo de Baikonur. En la sala de control decenas de  técnicos, científicos e invitados (y hasta el mismísimo Serguéi Koroliov, famoso por su comedimiento y mesura) no pueden ocultar la emoción que los embarga. A los besos y apretones de manos sigue la distribución de vodka.
Justo cuando Koroliov se lleva un vaso a los labios, la pantalla principal se ilumina y comienza a mostrar imágenes del interior de la nave. De esta forma, los presentes pueden observar al intrépido cosmonauta quien, violando lo establecido, se ha retirado el casco y librado del cinturón. Y flotando de espaldas, con sus manos en la nuca, contempla el infinito a través de una claraboya.
Pero a un héroe se le perdona cualquier exceso.
El secretario regional del PCUS, Iliá Mojonov, carraspea y acciona el conmutador de un micrófono:
¡Enhorabuena, camarada Gagarin! Considérese hijo  ilustre de la URSS. Encarna usted el espíritu emprendedor de los soviets…
El cosmonauta echa un vistazo en torno suyo hasta que localiza la videocámara que registra el histórico acontecimiento, se desplaza hasta ella apoyando con negligencia sus botas en un panel de mandos y da golpecitos en la lente con un dedo:
¿Aló? ¿Aló?
Le comentaba, camarada Gagarin… –Mojonov se ajusta los bifocales y al distinguir en la pantalla las facciones del “hijo ilustre de la URSS”, pega un brinco.
¡Je, je, je! –ríe el cosmonauta, un rubio orejón de párpados inflamados–. “Camarada Gagarin”… Baikonur, tienen un problema: mi nombre es Eusebio Méndez.
No bien se escucha la increíble declaración, cesan la algarabía y los gritos de júbilo. Koroliov escupe su trago:
¡Qué demonios!
En la sala de control se ha instaurado el silencio, únicamente roto por el cosmonauta que afirma llamarse
Eusebio:
Lo dicho, Eusebio Méndez; Méndez y Valdivieso, porque tengo padre y madre. ¿Menuda sorpresita, eh? ¿Y qué esperaban, que me quedara de brazos cruzados mientras ustedes hacían y deshacían a su antojo.
¡Pónganme al que más mea!
Koroliov hace acopio de paciencia antes de acercarse al micrófono y abrir la boca:
Camarada Méndez, le habla Serguéi Koroliov. ¿Podría informarme dónde está el camarada Yuri
Alekséievich Gagarin?
Pues verá, Colirio, si se refiere al dueño de esta escafandra, lo dejé amarrado a una de esas columnas metálicas que sujetaban el cohete. Desde luego, no le prometo que lo encuentre de una pieza, con el metrallazo que soltó este chisme al despegar. No, si a mí el tirón estuvo a punto de zafarme las pelotas…
¡Jesús, María y José! –Koroliov se cubre la cara con ambas manos; luego de un suspiro, dice con voz firme–: Al grano, camarada Méndez. ¿A qué organización terrorista pertenece y cuáles son sus intenciones?
¡Epa, epa! Alto ahí, que yo no he hablado tan despacio. Los terroristas son ustedes, que hará unos cuatro años capturaron a mi Pelusa en el jardín del instituto donde curso economía, y la enviaron a la Vía Láctea.
No piense que no miro la tele. Sé que Pelusa anda por aquí, en algún sitio de este vasto cosmos circundante. Vine a rescatarla, así de simple. Conque me dice dónde tiene el timón esta bola de billar o empezaré a mover palancas y a apretar… por ejemplo, este botoncito rojo de aquí…
¡Nooo!, por favor, se lo ruego. –En ese instante, el director del Programa Espacial de la URSS siente en su nuca el aliento gélido del representante del Kremlin, Artamon Follonoski–. El asunto es grave –admite
Koroliov, sin apartar sus ojos de la pantalla.
¿Grave? –vuelve a la carga Eusebio–. Grave es que ustedes los rusos no inventen nada que funcione adecuadamente. ¿Ve aquel tubo de pasta dental? Pues entérese, no hace espuma y sabe a pollo. Y esta escafandra se pasa de hermética. Ahora mismo me están entrando unas ganas de cagar, que como no encuentre de inmediato un abrelatas... Y allá en  Cuba me prestaron una lavadora Aurika que hacía cadenetas con mis calzoncillos; y mi tía Mirna se compró una plancha…
Exasperado, Koroliov desactiva el sistema de audio.  Luego, mientras se ajusta la corbata, se dirige a Follonoski:
Camarada, no tengo palabras. Entiendo su ira y decepción pero… Piénselo, todavía nos cabe el orgullo de haber enviado al espacio en el 57 al primer ser vivo, y tan soviético como usted y yo: Pelusa… ¡Laika! Ni sé lo que digo…
Ahórrate la arenga, Serguéi. Te daré un consejo: ora por que los norteamericanos no se enteren de este fiasco, o haremos tal purga en este complejo que no quedará personal apto para lanzar una bengala.
Koroliov traga en seco, pero asiente y se voltea hacia la concurrencia:
Compatriotas, esto no ha sucedido. En breve les dictaré a los corresponsales del Pravda, letra por letra, el editorial que saldrá en el número vespertino. A la televisión le facilitaré las secuencias que tomamos durante los entrenamientos. De ser necesario, las manipularemos con la ayuda de los estudios Soyuzmultfilm. Y en cuanto a ese loco, ¡me lo están bajando ya!
En la pantalla, Eusebio sigue articulando sin parar.  Koroliov, hastiado, activa nuevamente el sistema de audio.
–… y con la venia de Carelio y sus muchachones, aprovecho la ocasión para saludar a Josefina, mi mamá. ¡Un besote, viejuca!, ya falta poco para graduarme. También quisiera felicitar a mi mejor amigo por ganarme dos apuestas. Razón tenías, Segismundo: la saliva es redonda y la Tierra es azul, no carmelita. Por último pido una ovación cerrada para mí, por convertirme en el primer cubano que pisa la Vía Láctea. Porque mi Pelusa nació en la isla, pero no es persona…
Koroliov se soba el cuello y murmura:
Narices, ni la perra.

11 commentaires:

perrine a dit…

C'est bon pour moi, je suis prête ! Très amusant, en effet. Il y a juste la dernière phrase que je n'ai pas saisie, je ne comprends pas à quoi se réfère le "ni" de "ni la perra".

Elena a dit…

Mi agradecimiento personal a Claudio por su simpatía, su disponibilidad y su generosidad. Lo que se dice un cubano de ley!

Elena a dit…

Perrine, il me semble que l'auteur a fait l'ellipse de "siquiera" ou "tan siquiera"...

Bon voyage à toutes ! ;-)

Tradabordo a dit…

Oui… ce qu'il veut dire, c'est que la chienne est à lui et que donc, les soviétiques ne peuvent même pas se vanter de cela – d'avoir envoyé le premier être vivant dans l'espace. Un sacré clin d'œil et pied de nez. J'adore ! Ça oui, c'est bien de l'humour cubain !

Anonyme a dit…

Agradezco mucho por los comentarios. Gracias al Power Translator puedo seguirlos. En efecto, el "ni la perra" puede sustituirse por "ni siquiera la perra". Suerte con el proyecto. Claudio

Tradabordo a dit…

Muchas gracias, Claudio.

Un saludo amistoso desde la Constelación del Cameleón

Justine a dit…

C'est également ok pour moi, parée au décollage !

Tradabordo a dit…

Bon… nous attendons encore Sophie, mais comme je vous sais impatientes, Perrine et Justine, je vous mets la première phrase. La « petite » vous rattrapera ;-)

Sophie a dit…

La "petite" vient d'embarquer :)
Direction la traduction de la phrase n°1!!!

Tradabordo a dit…

Bienvenue à bord, « petite » – allez, promis, c'était la dernière fois ;-)
Au travail, maintenant !

perrine a dit…

Vale, muchas gracias Claudio, ahora entiendo todo !