Mauricio del Castillo |
Mauricio del Castillo est, vous vous en souvenez, l'auteur mexicain de la nouvelle « Negocio de réplicas », travaillée par l'équipe des Lunes, Hélène, Elena et Manon dans le cadre de notre projet SF / C2C.
Merci à lui et à Elena.
1) Elena Geneau. ¿Desde cuándo escribe?
Mauricio del Castillo. Hace
trece años quise escribir ciencia ficción, pero hay una gran
diferencia entre sentarse a escribir y pensar en escribir. Mi primer
intento fue hace diez u once años, cuando vi el anuncio de un taller
de creación literaria. Me inscribí a ese taller, totalmente
convencido de que podía hacerlo. Las críticas fueron variadas: a
algunos les agradaba lo que publicaba y otros simplemente no opinaban
lo mismo. Dejé de escribir por dos años debido a un tonto intento
por ascender en mi carrera como periodista, pero me di cuenta de que
no era lo mío: el periodismo se trata de convencer a la gente con la
verdad, de crear relaciones con otras personas a base de apretones de
mano y sonrisas, ser un hombre de acción y tener una idea bastante
objetiva de las cosas. Yo nunca he sido muy bueno en eso, tanto es
así que mi destino me colocó en trabajos que nada tenían que ver
con mi carrera. Después supe de un taller de literatura fantástica.
Aprendí mucho en cuestiones de hábitos de escritores: las
libertades que se pueden dar, los sacrificios, así como algunas
anécdotas que me convencieron de intentarlo de nuevo. Renuncié a mi
trabajo en una aseguradora por considerar que me quitaba tiempo
valioso para la escritura y conseguí otro en el que me pagaban poco,
pero podía disponer de las tardes libres para escribir. De modo que
puedo decir (oficialmente) que tengo cuatro años escribiendo.
2) E.G. ¿Desde cuándo publica?
M.C. Tiene
apenas tres años. Yo había publicado un pequeño cuento en un
pequeño folleto con anterioridad, pero su distribución fue muy
pobre en México. Ahora lo leo y no puedo negar lo infantil que es,
así como su mala prosa. Supe de la existencia de una importante
página española en la red llamada NGC 3660 la cual publicaba
cuentos de terror, fantasía y CF en castellano. El que ganara
importantes premios me hizo pensar que eran serios y sobre todo
rigurosos con el material que publicaban. Me armé de valor para
enviar nuevamente ese mismo relato titulado “Memoria doméstica”,
pero esta vez con algunos cambios importantes. Lo aceptaron de
inmediato. Fue un día inolvidable cuando lo supe y lo vi publicado.
3) E.G. ¿Siempre ha escrito Ciencia Ficción?
M.C. No
siempre. Cuando volví a intentar escribir después de dos años,
sabía que la mejor forma de mejorar era escribir todo tipo de
historias y géneros literarios. Un taller de escritura te da cierta
libertad para ir a dónde quieras, del modo que sea, en la
circunstancia que sea. Recuerdo que escribí una historia sobre un
judío que era invidente y se trasladaba por toda la ciudad gracias a
la ayuda de un perro lazarillo. Pero lo que el anciano ignoraba era
que el perro se estaba volviendo viejo y enfermo; esto acarreaba
problemas tanto a él como al pobre perro. Había escrito también la
historia de un autobús y sus ocupantes, minutos antes de un choque
en la carretera, así como otra historia en la que unos inquilinos
planean deshacerse del nuevo vecino... No escribía ciencia ficción
porque debía aprender primero a escribir historias, las que fueran.
No eran las mejores, pero si me ayudaron en mi formación.
De
vez en cuando me topo con una idea interesante para desarrollar en un
cuento y al hacerlo me doy cuenta de que no es CF. Los considero más
bien como relatos fantásticos. En ellos ocurre un elemento
sobrenatural o fantástico que altera el comportamiento de las
personas de una forma tan racional como en un relato serio. El
ambiente, la caracterización y el desarrollo de la historia son
elementos que trato muy seriamente de realizar con toda la lógica
posible.
4) E.G. ¿Por qué eligió este género?
M.C. La
literatura, en parte, trata sobre transportar a la gente a lugares y
situaciones que muy difícilmente vive en la vida real. Mi más
grande lamento ha sido que nunca me he divertido. Yo intentaba buscar
eso en una época que puedo describir como aburrida y un tanto
desmoralizante. Encontré la ciencia ficción (entiéndase, ciencia
ficción escrita) en la modesta biblioteca de mi padre. Eran tres
volúmenes de colección, forrados en una bella pasta roja y sin
dibujos en ella. La ciencia ficción está fuertemente vinculada a
las imágenes y a cierta coloración para hacerla atractiva, pero muy
barata. Lo que más me sorprendió fue su contenido en el que no se
revelaban las cosas típicas que ocurrían en las películas. (Eso es
un gran mito que el resto de las personas no se pueden sacar de la
cabeza). De modo que quedé fascinado con la idea del futuro y de sus
avances debido a lo novedoso; una verdadera manera de ver adelante,
de explorar las distintas posibilidades e imaginar qué podía pasar
en ellas. La ciencia ficción buena permite jugar con las ideas hasta
ser desarrolladas hasta sus últimas consecuencias, y para darnos
cuenta de lo fascinante que puede ser “lo otro”, “lo distinto”
y no por eso carecer de lógica. Esa visión fue lo que me llamó la
atención desde un principio.
5) E.G. ¿Qué otros textos ha publicado?
M.C. Publiqué
otros cuentos para NGC 3660, así como otras páginas
hispanohablantes e importantes como BEM on Line, el Sitio de Ciencia
Ficción, Revista Axxón, Alfa Eridiani, Revista NM, entre muchas
otras… Publiqué un cuento de misterio para una revista argentina
que no tenía nada que ver con la ciencia ficción. El cuento se
llamaba “La dama que no optó al doble”, y para mi sorpresa fue
aceptado.
También
he publicado en papel dos cuentos en dos antologías de cuentos aquí
en México, pero a diferencia de la revista argentina, me decanté en
enviar dos cuentos de CF con el riesgo de que los rechazaran por no
tratarse de un “género serio”. Siempre he sido un gran admirador
de Juan Rulfo, el gran cuentista mexicano por excelencia. Escribí un
cuento basado en el ambiente rural, semidesértico y violento que
caracteriza la obra de este escritor, pero bajo una perspectiva
futurista. Creo que esto fue una gran combinación que agradó a los
editores.
Actualmente
estoy trabajando en la publicación de mi primer libro: “La
variable multimillonaria y otros relatos”, una colección de
cuentos; muchos de ellos aún no han visto la luz. Nunca pensé que
fuera a suceder tan pronto, pero me alegro que haya pasado en el
momento menos esperado. A finales de este año saldrá a la venta
aquí en México por parte de la editorial Endora. Espero que sea el
primero de muchos.
6) E.G. ¿Es un gran lector de ciencia ficción?
M.C. No
tengo idea si soy un gran lector de ciencia ficción, pero debo
reconocer que soy uno con una idiosincrasia particular. Tengo una
predilección por los escritores de culto y no tanto por los de moda.
No me agradan mucho aquellas sagas de cinco tomos en las que si lees
el tercer volumen, quiere decir que te perdiste del primero y del
segundo y que no entenderás nada de lo que ocurre más adelante. Las
sagas explotan mundos y personajes, ambientes y aventuras, pero es
muy difícil que se sostengan a base de ideas. Yo soy un lector en
busca de ideas y posibilidades distintas que logren crear una
concepción distinta de la realidad. Para mí no existen las
historias de distopía o ucronía; ciencia ficción “soft” y
“hard”; opera espacial y cyberpunk, etc... Yo no las distingo
así. Para mí sólo existen dos clases de ciencia ficción: la buena
ciencia ficción y la mala ciencia ficción. He procurado toparme con
la primera clase.
7) E.G. ¿Cuáles son
sus autores preferidos? ¿Por qué?
M.C. Creo
que la obra de Isaac Asimov, la cual leí a una edad temprana, fue la
primera que me causó una gran impresión. Con ese extraño apellido
podía identificarlo claramente. Asimov estructuraba a la perfección
sus historias, su ciencia era descrita en los momentos precisos sin
aturdir la narración y casi siempre llegaba hasta sus últimas
consecuencias en cada planteamiento. Su visión del futuro puede ser
muy básica y algo arcaica hoy en día, pero no para alguien que
recién descubre este género. Philip K. Dick fue otro que me gustó
mucho. Clifford D. Simak, Robert A. Heinlein, Arthur C. Clarke, Ray
Bradbury... Alfred Bester era muy explosivo. A Theodore Sturgeon lo
leí a temprana edad con su obra “Más que humano”, pero recuerdo
que no me gustó mucho; mi opinión fue que era muy sofisticado y
algo obsesionado con el ritmo de sus palabras. Sus historias me
parecieron muy ambiguas y nunca describía con detalle las máquinas
o el futuro en el cual situaba a sus personajes. Con el paso del
tiempo, gracias a otras enriquecedoras lecturas, me di cuenta de que
Sturgeon era un artista en el amplio sentido de la palabra. Sus
historias eran descritas a través de una estética humanista y
crítica, pero a la vez lleno de planteamientos innovadores en su
tiempo. H. G. Wells es otro de mis favoritos; en los últimos años
he tratado de conseguir sus novelas reales, las cuales dan muestra de
las ideologías adoptadas por él.
Fuera
de la ciencia ficción, mis escritores favoritos son el mismo Rulfo,
Francisco Rojas González, Martín Luis Guzmán, Alfonso Reyes, Jorge
Ibargüengoitia, Fernando Benítez, Juan José Arreola, Ignacio
Manuel Altamirano, Francisco Tario, Rosario Castellanos (todos ellos
mexicanos). Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, Adolfo Bioy Casares,
Julio Cortázar, Horacio Quiroga, Gabriel García Márquez (aunque no
toda su obra), José Lezama Lima...
Raymond
Chandler, Dashiell
Hammett, R. L. Stevenson (aunque se me hace muy difícil su lectura
en la actualidad), Graham Greene, John Cheever, William Burroughs,
William Faulkner, Chejov, Herman Hesse, Poe, Aldous Huxley, Henry
Miller, algo de Proust, Albert Camus… La lista es muy larga.
8) E.G. ¿Qué autor lo ha inspirado más?
M.C. Si
hubo un escritor que sobresaliera por encima de todos los escritores
de ciencia ficción que me inspiraron, ese era Stanley G. Weinbaum
Su obra era variada y exuberante. La estructura de sus cuentos
no tenía nada que envidiarle a los logrados por otros autores que
escribían literatura en general. La caracterización de sus
personajes, los diálogos, su imaginación correspondían a los de un
total prodigio. Weimbaum sacaba a relucir un futuro con mucho
sentido, pero podía proyectar ideas del pasado y del presente y
darle un matiz que muchos autores de su época ni siquiera pensaban.
No se limitaba a la mera aventura, sino que conceptualizaba sus
historias; extrapolaba ideas las cuales podían causar debate y,
sobre todo, era conocedor del impacto que causaría la ciencia en el
mundo. Hoy en día podríamos decir que muchos escritores lo han
superado, pero el hecho está en que él inspiró a otros escritores
que tendrían renombre una generación más adelante. Weinbaum me
influenció tanto porque me hizo apreciar la ciencia ficción
literaria como ningún otro autor.
9) E.G. ¿Se dice que hay muy poca ciencia ficción en su país, es verdad?
¿Por qué?
M.C. Eso
no es verdad. La ciencia ficción en México crece a pasos
agigantados. Hay convenciones de comics, la gente hace largas filas
para ver películas en su estreno, se visten de personajes de Star
Wars, deambulan como zombies cada año por las principales ciudades
de México, disfrutan las películas de luchadores, conocen todo tipo
de historias de anime japonés y no hacen otra cosa que jugar a los
videojuegos.
Desafortunadamente
no sucede lo mismo con la ciencia ficción escrita. Aquí en México
es rechazada por los aficionados, y entre los lectores habituales es
tachada de pseudoliteraria e infame, de tal modo que permanece en un
limbo del que muy difícilmente saldrá.
Las
razones son la poca falta de lectura de los mexicanos, su
displicencia por conocer la ciencia y los prejuicios que se tiene
hacia ella. Creo que en México se aprecia más la aventura, la
parafernalia, la imagen. La ciencia ficción escrita es un hábito
que sólo atañe a intelectuales excéntricos. La ciencia ficción
requiere de gente que cuestione su realidad, poco conformista y
testaruda.
10) E.G. ¿Se dice que la literatura de ciencia ficción es más bien para los
adolescentes, piensa que en realidad tiene un alcance más
importante?
M.C. La
ciencia ficción es un género que ha evolucionado debido a que lleva
más de 100 años de existencia. Durante cien años no podemos negar
que han sucedido muchísimas cosas que, debido a los avances
tecnológicos, no hubieran sido posibles: dos Guerras Mundiales, un
alunizaje, dispositivos móviles de comunicación, una industria
automotriz… Entonces, podemos decir que la ciencia ficción ha
contemplado sueños pero también pesadillas. Cuando se es niño, la
imagen, el ambiente y la estética de la ciencia ficción lo
sorprenden a uno. Siendo adolescente sucede lo mismo, pero ahora nos
fijamos más en el carácter del héroe para salir del embrollo, así
como una pequeña intervención amorosa de la heroína. Cuando se es
adulto, sucede un cambio importante: nos llenamos de preocupación
por la explosión demográfica, el cambio climático, marchas
estudiantiles… Cuando se llega a la tercera edad dejamos de sufrir
y nos ponemos a reflexionar sobre lo sucedido. Todo corresponde al
momento por el cual está pasando el lector o escritor en ese
momento. La ciencia ficción no es simplemente una narración, sino
una forma de pensar. Se encuentra tanto en nuestras inquietudes como
en nuestros sueños, no importa la edad que tengamos.
11) E.G. ¿Qué opina del porvenir de la literatura de Ciencia Ficción en
Latinoamérica en general y en su país en particular?
M.C. En
el primer caso va por buen camino, a pesar de que hay gente que
insiste en que la ciencia ficción está muerta. Hoy en día se puede
encontrar muchas páginas web que hablan del tema y las redes
sociales logran que tenga una difusión que muy difícilmente había.
Tengo entendido que en Perú, Colombia, Chile, Argentina y muchos
otros países ha habido importantes avances en cuanto a la
apreciación de la ciencia ficción. Se crean revistas, portales de
internet, coloquios… Esto ocurre principalmente gracias al fomento
a la lectura. En México nuestros gobernantes aún no han entendido
lo importante que es esto para una nación. Por eso pienso que la
ciencia ficción en México sólo es apreciada por unos cuantos.
12) E.G. ¿La Ciencia Ficción es una manera de expresar la realidad?
M.C. Desde
luego, No podemos negar que el mundo está cambiando en este
instante. En algún lugar, alguien debe estar concibiendo una idea
revolucionaria en cualquier ámbito social, cultural o científico.
Tal vez en una etapa muy germinal, pero existente. Esto puede
repercutir en el comportamiento del ser humano, de tal modo que sus
costumbres, e ideales no sean los mismos en veinte o treinta años.
Nadie puede ignoran estos cambios. Hoy usamos toda clase de
tecnologías para comunicarnos, pero en veinte años serán obsoletas
y algo más radical lo sustituirá y logrará efectuar un cambio
total en el ser humano. Son parte de nuestra vida, son hechos que
sucederán algún día. ¿Por qué, entonces, no podemos hablar de
ello, por qué no podemos plantear ese cambio? Tal vez se haga
realidad, tal vez no; el que imaginemos posibilidades y teorías no
tiene porque restarle seriedad. Lo mismo debieron pensar con respecto
a la llegada del Renacimiento. Todo trae consigo un cambio, y la
ciencia ficción propone hablar de ello.
1 commentaire:
Un simple mensaje para agradecer personalmente a Mauricio su atención, su generosidad y su amable contribución.
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