mardi 4 février 2014

La version de l'Agrégation interne d'espagnol 2014

Que ceux et celles qui veulent s'y essayer n'hésitent pas !

« [...] Había empezado a militar en la JEC o en la HOAC, alguno de los grupos cristianos juveniles que estuvieron de moda en aquellos aflos. En su casa, con la tienda de tejidos, el ultramarinos (luego con la llegada del turismo, fue una cadena de supermercados), las plantaciones de naranjos y viñedos de moscatel y, sobre todo, con el carnet de falangista de su padre que le abría tantas puertas a la familia -la camisa azul que paseó al terminar la guerra-, podían permitirse el lujo de comprar las proteinas que se servían en la mesa en vez tener que salir a cazarlas. Si para algo sirve el dinero es para comprarles inocencia a tus descendientes. No está mal. No es poca cosa. Te saca del reino animal y te mete en el reino moral. Te humaniza. Gracias a é1, al dinero, se habían difuminado en la desmemoria de los Marsal las batidas de maquis en la montaña, en el pantano: los  meses en que su padre ponía el reluciente Hispania al servicio del grupo (eso si que era una muta, pervivencia de la jauría originaria). El empleado del ultramarinos, vestido con su guardapolvos gris, le sacaba brillo a la carrocería antes de que don Gregorio Marsal, el propietario, se subiera para hacer de chófer de las patrullas de falangistas que se movían por todas partes. Aparecían de improvisto, cortaban los caminos, registraban la carga de los carros, cacheaban a los carreteros, perseguían a los ciclistas que hacían estraperlo cargados con un par de sacos de arroz o de azúcar y una garrafa de aceite. Requisaban mercancías, pedían documentos, propinaban palizas a estraperlistas, a borrachos, a desgraciados que no eran capaces de justificar su presencia a aquellas horas en la carretera; a sospechosos de haber militado en alguno de los partidos del Frente Popular que tenían mala suerte de pasar por allí. Mi tío y, bastante tiempo después, mi padre me lo contaron, aunque a mi me aburrían aquellas historias. No  entendia la épica de la resistencia con que querían contaminarme. [...] ».

Rafael CHIRBES, En la orilla, Anagrama, 2013. 

5 commentaires:

Unknown a dit…

Merci :)

Tradabordo a dit…

Tu la fais ?

Unknown a dit…

J'aimerais tenter, si tu veux bien. Mais je ne suis pas sûre d'avoir le temps cette semaine. Ce sera plutôt pour lundi.
Donc si d'ici là quelqu'un d'autre veut s'y mettre...

Tradabordo a dit…

Ça n'est pas pressé… Donc, fais-la tranquille. Par ailleurs, je la donnerai aux étudiants de CAPES en devoir sur table mardi prochain ;-) Ne les préviens pas !

Unknown a dit…

Entendu.
LOL