Les dernières élections américaines ont assez révélé l’importance du vote latino aux Etats-Unis, prouvant dans le domaine politique que la « reconquista silenciosa » dont parlait l’écrivain mexicain Carlos Fuentes est à présent plus que retentissante et reconnue. D’ailleurs, le poids démographique, le pouvoir économique croissant des latinos immigrés et leur influence culturelle participent de cette montée en puissance.
Quel rapport peut-on trouver entre la traduction et cette hispanisation des États-Unis? Un rapport métonymique, semble-t-il : de fait, la traduction est bien un vecteur de l’hispanisation de la société américaine, plus spécifiquement de l’univers du livre, y Dios sabe si éste es un coto vedado…
Jugez plutôt. Voici quelques extraits que j’ai sélectionnés d’un article datant de septembre 2008 (El País). Vous y découvrirez le rôle clé des traducteurs pour qu’une langue soit un véritable vecteur de culture : aux États-Unis, le défi n’était pas gagné d’avance, mais les auteurs hispanophones commencent à se frayer un chemin dans le mondé éditorial, contribuant à donner toute sa dimension à la culture hispanique dans un pays qui ne peut plus nier son rayonnement… C’est écrit… à l’encre latino ! Ultime remarque intéressante en ce qui nous concerne : la traduction en anglais de Manolito Gafotas, dont il est question à la fin de l’article, pose très clairement le problème de l’adaptation en traduction. À vous de découvrir et de questionner la thèse prônée.
« Estados Unidos necesita más que nunca escuchar voces de más allá de sus fronteras. Los escritores son los intermediarios indispensables en este diálogo internacional y artístico representado por cada idioma. No podemos pretender que esta conversación se produzca sólo en inglés ». Hace más de tres años que Salman Rushdie, entonces presidente del PEN American Center, se lamentaba de la escasez de traducciones literarias de un país, Estados Unidos, en el que sólo el 3% de los libros publicados –entre 200 y 300 al año- procede de otras nacionalidades.
Desde entonces, apenas se han producido cambios en el mundo editorial norteamericano. Ni siquiera el español, segunda lengua más hablada con 45 millones de hispanos, ha conseguido hacerse un hueco en esta industria que entre 2000 y 2006 sólo tradujo a 12 autores de ficción españoles (entre ellos Javier Marías, Antonio Muñoz Molina).
Pese a que la producción literaria mundial en español acarba una veintena de países, es muy difícil conseguir que los libros se traduzcan en Estados Unidos. Esther Alle, traductora, entre otros, de Antonio Muñoz Molina, dirigió un amplio estudio el pasado año titulado To be or not to be translated en el que cual señalaba que el inglés se ha convertido en la lengua franca de la globalización: “Estados Unidos ha preferido ser monolingüe y dejar que su mundo aprenda su lengua en vez de hacer el esfuerzo de traducir e impulsar el multilingüismo ».
Sin embargo, fenómenos recientes como el éxito comercial de Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, publicado en Estados Unidos una década después de ser celebrado en el mundo hispano, puede que abra el camino a un aumento de traducciones del español. Quizás Elvria Lindo también consiga la hazaña con Manolito Gafotas, que acaba de publicarse por primera vez en inglés. La serie que hizo célebre a la escritora madrileña ha sido traducida a más de 20 idiomas, incluso el chino y el coreano. « El inglés es la espinita que tenía clavada », explica la autora. Sin embargo, la traducción del libro se topó con un problema que no ha tenido en otras lenguas : « En los países anglosajones los libros infantiles están sometidos a un tipo de corrección política que no existe en los países mediterráneos ». Y la autora subraya dos ejemplos : en Estados Unidos no se le puede « dar un cachete » a Manolito Gafotas (en inglés Manolito Cuatro Ojos) como los que le da su madre en el original. « Sería escandaloso », señala la autora. Y el personaje llamado Yihad « tampoco es políticamente correcto tras el 11-S », añade. Así que se le cambió el nombre. Pero pese a la diferencia entre España y Estados Unidos, Manolito Gafotas es un personaje universal con el que es fácil identificarse. La experiencia ha funcionado : el libro va a presentarse al premio nacional de traducción y ya hay un segundo volumen en camino.
Quel rapport peut-on trouver entre la traduction et cette hispanisation des États-Unis? Un rapport métonymique, semble-t-il : de fait, la traduction est bien un vecteur de l’hispanisation de la société américaine, plus spécifiquement de l’univers du livre, y Dios sabe si éste es un coto vedado…
Jugez plutôt. Voici quelques extraits que j’ai sélectionnés d’un article datant de septembre 2008 (El País). Vous y découvrirez le rôle clé des traducteurs pour qu’une langue soit un véritable vecteur de culture : aux États-Unis, le défi n’était pas gagné d’avance, mais les auteurs hispanophones commencent à se frayer un chemin dans le mondé éditorial, contribuant à donner toute sa dimension à la culture hispanique dans un pays qui ne peut plus nier son rayonnement… C’est écrit… à l’encre latino ! Ultime remarque intéressante en ce qui nous concerne : la traduction en anglais de Manolito Gafotas, dont il est question à la fin de l’article, pose très clairement le problème de l’adaptation en traduction. À vous de découvrir et de questionner la thèse prônée.
« Estados Unidos necesita más que nunca escuchar voces de más allá de sus fronteras. Los escritores son los intermediarios indispensables en este diálogo internacional y artístico representado por cada idioma. No podemos pretender que esta conversación se produzca sólo en inglés ». Hace más de tres años que Salman Rushdie, entonces presidente del PEN American Center, se lamentaba de la escasez de traducciones literarias de un país, Estados Unidos, en el que sólo el 3% de los libros publicados –entre 200 y 300 al año- procede de otras nacionalidades.
Desde entonces, apenas se han producido cambios en el mundo editorial norteamericano. Ni siquiera el español, segunda lengua más hablada con 45 millones de hispanos, ha conseguido hacerse un hueco en esta industria que entre 2000 y 2006 sólo tradujo a 12 autores de ficción españoles (entre ellos Javier Marías, Antonio Muñoz Molina).
Pese a que la producción literaria mundial en español acarba una veintena de países, es muy difícil conseguir que los libros se traduzcan en Estados Unidos. Esther Alle, traductora, entre otros, de Antonio Muñoz Molina, dirigió un amplio estudio el pasado año titulado To be or not to be translated en el que cual señalaba que el inglés se ha convertido en la lengua franca de la globalización: “Estados Unidos ha preferido ser monolingüe y dejar que su mundo aprenda su lengua en vez de hacer el esfuerzo de traducir e impulsar el multilingüismo ».
Sin embargo, fenómenos recientes como el éxito comercial de Los detectives salvajes de Roberto Bolaño, publicado en Estados Unidos una década después de ser celebrado en el mundo hispano, puede que abra el camino a un aumento de traducciones del español. Quizás Elvria Lindo también consiga la hazaña con Manolito Gafotas, que acaba de publicarse por primera vez en inglés. La serie que hizo célebre a la escritora madrileña ha sido traducida a más de 20 idiomas, incluso el chino y el coreano. « El inglés es la espinita que tenía clavada », explica la autora. Sin embargo, la traducción del libro se topó con un problema que no ha tenido en otras lenguas : « En los países anglosajones los libros infantiles están sometidos a un tipo de corrección política que no existe en los países mediterráneos ». Y la autora subraya dos ejemplos : en Estados Unidos no se le puede « dar un cachete » a Manolito Gafotas (en inglés Manolito Cuatro Ojos) como los que le da su madre en el original. « Sería escandaloso », señala la autora. Y el personaje llamado Yihad « tampoco es políticamente correcto tras el 11-S », añade. Así que se le cambió el nombre. Pero pese a la diferencia entre España y Estados Unidos, Manolito Gafotas es un personaje universal con el que es fácil identificarse. La experiencia ha funcionado : el libro va a presentarse al premio nacional de traducción y ya hay un segundo volumen en camino.
1 commentaire:
Merci Laure pour ce petit post très instructif sur la voie étroite que suit la traduction aux Etats-Unis. Je suis étonnée qu'il y ait si peu de traductions publiées chaque année; ça en dit long,hélas, sur la mentalité nord-américaine... A ce propos, Mme Sardin, dans son premier cours, nous avait fait lire quelques extraits de la traduction américaine du roman de Tahar Ben Jelloun "l'enfant des sables" : les nombreux passages qui traitaient de l'identité sexuelle du personnage (une fille élevée comme un garçon) avaient été censurés quant ils n'étaient pas sous-traduits... Alors, finalement, je me demande ce que vaut ce genre de transposition et surtout si on peut encore parler de traduction au sens où on l'entend et la pratique au quotidien, à Tradabordo.
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