dimanche 20 avril 2014

Entrevista con el escritor Unai Elorriaga – Joana Barace


En 2002 ganó el Premio Nacional de Narrativa de España con su primera novela SPrako tranbia (Un tranvía en SP)

1) Ha sido usted traductor. ¿ Qué le ha atraído en esta profesión ?

Desde que era pequeño me ha gustado jugar con las palabras, con la lengua y, al fin y al cabo, la traducción es otra especie de juego lingüístico. Siempre se encuentra placer a la hora de poder narrar lo mismo en otra lengua…
Por otro lado, como escritor, la labor de traducción es enormemente valiosa para entender la manera de actuar del autor del texto de partida. Es decir, el traductor es un buen lector, y el buen lector es un buen estudiante de literatura. Hace poco realicé una traducción de un escritor al que admiro (Ádám Bodor) únicamente para entender su manera de hacer literatura.

2) ¿ Cómo llegó a ser escritor ?

En todas las conferencias que me hacen esa pregunta contesto igual: llegué a ser escritor de la misma manera un futbolista llega a ser jugador de primera división… Quiero decir que de la misma manera en que un futbolista que empieza en el equipo de su escuela, después pasa a un equipo local, después pasa a un equipo mejor y finalmente es fichado por un equipo de primer nivel…, un escritor empieza a escribir en la escuela, después gana un concurso local, después uno de nivel comarcal y finalmente es fichado por una gran editorial… A medida de que la gente del entorno ve las cualidades del escritor (futbolista, bailarín, arquitecto…), poco a poco éste se va afianzando en este terreno hasta convertirse en lo que quiso ser desde niño.

3) ¿ Cuando era traductor, que lenguas traducía ?

Traducía principalmente de castellano a euskera. Pero, excepcionalmente, hacía traducciones desde el gallego, portugués o inglés…

4)  Escribe en lengua vasca y ha traducido usted mismo sus obras al castellano. ¿ Hace usted unos cambios en sus traducciones o intenta ameliorar sus textos ? 

Hago muchísimos cambios en las traducciones, pero generalmente no afectan a la estructura principal del texto; son más bien cambios lingüísticos, de ritmo, tono… Y son, por supuesto, para mejorar la calidad del texto. En muchas ocasiones, considero la traducción como una nueva corrección del texto. Es decir, cuando escribes un texto, lo corriges hasta la extenuación, realizas 20, 25, 30 lecturas del mismo (de algunos pasajes incluso el doble). Cuando lo traduces, lo vuelves a corregir; se puede considerar casi como una nueva versión del texto.

5) ¿ En qué otras lenguas han sido traducidas sus obras ? Lee y controla usted las traducciones ?

Hasta ahora mis libros se han traducido a: inglés, alemán, castellano, gallego, catalán, sueco, italiano, serbio, estonio, lituano y ruso. En la medida que me es posible, intento controlar las traducciones, pero en ciertas ocasiones, resulta muy complicado.

6) ¿ Esta usted en relación con los traductores que traducen sus obras ? 

Intento estar siempre en contacto con los traductores. Siempre les ofrezco mi ayuda, les digo que estoy disponible para cualquier pregunta o duda que me puedan plantear. Normalmente se sienten muy complacidos y me hacen preguntas de todo tipo; en ocasiones, sin embargo, no tengo noticias de ellos y no vuelvo a ver el texto hasta que está traducido. Pero, por lo general, mantenemos el contacto… Incluso con alguno de ellos, se ha creado una relación de amistad que ha durado después de la traducción y publicación del libro.

7) Muchas veces, es la editorial quien elige el título de un libro. ¿ Fue su caso ? ¿ Estuvo de acuerdo con la editorial ? 

Jamás me ha sucedido que la editorial decida elegir el título de un libro. Siempre lo he propuesto yo y las editoriales lo han aceptado.

8) Las editoriales extranjeras le preguntan  a veces si esta de acuerdo con la elección del título en otra lengua ?

No me ha sucedido muchas veces que una editorial extranjera quiera cambiar el título original… En realidad, el único cambio sustancial en un título fue la traducción alemana de Un tranvía en SP. Lo titularon ‘Lucas o el cielo sobre Nepal’. Parece ser que SP hacía referencia a una organización nazi en la segunda guerra mundial, y querían evitar esa coincidencia. Lo que me dolió en aquella ocasión fue que no me lo consultaran: recibí el libro ya impreso con el título cambiado…

9) Todavía no ha sido traducido al francés. ¿ Le gustaría que se traduzcan sus obras en esta lengua ?
Por supuesto que me gustaría que se tradujeran al francés, cómo no. Es, podríamos decir, nuestra lengua vecina y, además de eso, es parte de nuestra cultura. Tres provincias en las que se habla euskera, tienen como referente principal el francés y muchos de nuestros términos están recogidos de esa lengua…
Por otra parte, cultural y literariamente, quién podría negarlo, es una de las principales lenguas del mundo. Muchos de los escritores que más admiro eran grandes admiradores de la cultura y la literatura francesa…

10) ¿Qué le aconsejaría a un(a) traductor(a) que recién empieza ?
No creo que sea yo capaz de dar consejos a nadie… Pero como decía un traductor con el que trabajé durante muchos años, “el traductor lo único que debe tener en sentido común…” Me parece un buen consejo que he seguido muchas veces. Quizá añadiría otro: el traductor debe conseguir escribir un gran texto en la lengua de llegada, debe ser tan buen escritor como el autor, y para eso debe entrenar, no debe creer que es un simple “escriba”.

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