vendredi 18 juin 2010

Le sujet de traduction littéraire… pour nos 18 candidats de la première session

Il était difficile…, je vous l'accorde, mais, sans mauvais jeu de mots étant donné le sujet du passage, nous verrons ceux qui n'ont pas sombré – trop profond. Il ne s'agit pas de faire une traduction idéale, non, il s'agit de montrer qu'on peut se débrouiller même quand la difficulté est grande… avec de bons réflexes, la tête sur les épaules et du sang-froid.
(Amélie, je poste le sujet de traduction journalistique – choisi par Marta – dès que je le reçois).

Quelennec se apoya en el cabulero y pone toda su atención en la masa gris que la proa de la Incertain hiende. Nada. Ni una silueta, ni un ruido salvo el de la roda que bajo sus pies corta suavemente el agua. La bruma clarea un poco a cuatro cuartas por la amura de babor. También la brisa refresca, y la lona de los foques gualdrapea cada vez menos. Amurada a estribor, la Incertain lleva izados el foque, el petifoque y la enorme cangreja; y en la gavia del único palo el velacho se encuentra aferrado pero listo para soltarlo con rapidez, por si hay que largarse cagando leches. Quelennec se hurga la nariz y levanta la vista a la cofa, oscilante sesenta pies sobre su cabeza y apenas visible entre la bruma. No se atreve a gritarle al otro vigía que está arriba, con toda aquella niebla alrededor que cualquiera sabe lo que esconde; así que manda por los obenques al guardiamarina Galopín, que tiene catorce años y trepa como un simio. Un momento después Galopin se desliza de nuevo abajo por el estay de la trinqueta, para llegar antes, y comunica que desde arriba se ve menos que por el culo de un muerto. Eso dice: el culo de un muerto. Le cul de un palmé. Incluso para la Marina francesa post-revolucionaria, imperial desde hace media hora, la expresión es demasiado libre. En otro momento, Quelennec habría reconvenido con dureza al joven Galopin, quesquesesá, monanfant de la patrí, demasiado suelto de una lengua que tarde o temprano le traerá problemas si vive lo suficiente para tenerlos; pero este amanecer otras cosas le ocupan la cabeza. Por algún lugar entre la Incertain y tierra navega una escuadra combinada francoespañola de treinta y tres navios de línea, cinco fragatas y dos bergantines, esperando que la balandra regrese con su informe, y lo cierto es que lo del culo del muerto no es mala comparación. La vieja idea vuelve a preocuparlo. Podrían estar navegando por mitad de la flota inglesa, haciendo el cimbel y sin enterarse de nada.
-Hijos de puta -repite entre dientes.
-Nespá culpa nuestra, mon capitain -protesta el vigía de proa, creyéndose incluido en el paquete-. No se ve una autentique merde con esta niebla.
-Ne te he parlé a tuá, Berjouan. Métete en tus afaires.
El vigía se calla, gruñendo por lo bajini. Quelennec, que no necesita las Ordenanzas Navales para manejar a sus hornbres, lo deja refunfuñar tranquilo. La brisa sigue refrescando, comprueba con alivio. No es supersticioso, pero silba un poquito para darle ánimos al viento. Fiu, fiu, fiu. El vigía lo mira de reojo, pero a Quelennec le importa un nabo. Más ridículo sería arañar las burdas, como hacen los ingleses, o rezar y persignarse como los españoles, que hasta para tomar un rizo a las velas enrolan a Dios y le rezan a San Apapucio y al copón de Bullas. Así que pasa un ratito más haciendo fiu, fiu. Lo justo, calcula, para que levante un poco aquella bazofia gris, se hinchen las lonas y él pueda cumplir con su obligación y con la Patrie, echando un vistazo decente audesús de la melé. Que ya va siendo hora.
-Está refrescando, mon capitain.
Es cierto. La brisa se hace más fresquita, entablándose de poniente cuarta al noroeste, y la niebla empieza a moverse en jirones ante la proa. Ahora las velas pintan en todo lo suyo, tirando de los garruchos que las sujetan a los estays; las escotas se tensan y el avance de la balandra se hace más perceptible y firme.
-Hay quelquechose devant -insiste el vigía.
Quelennec entorna los párpados, escudriñando la mebla, el oído atento. A veces se vuelve a observar de soslayo al marinero, que sigue mirando entre la cortina gris, impasible. No está allí por casualidad. Berjouan es el mejor vigía de a bordo, y se diría que tiene un sexto sentido para este tipo de cosas. Una vez, a la vuelta del Canadá y a unas cien millas del cabo Farewell, descubrió un iceberg entre la niebla a dos cables de distancia. «Témpano», dijo (no era muy parlanchín, el jodio), y a todos se les paró el corazón mientras el timonel metía la caña a una banda y la Incertain pasaba rozando aquel monstruo blanco. Berjouan había olido el hielo, con un par, del mismo modo que a Quelennec le gustaría que hoy oliera a los ingleses.
-Vualá -dice el vigía.

Arturo Pérez Reverte, Cabo Trafalgar

4 commentaires:

Sonita a dit…

Je me suis attelée à la traduction de ce texte et je confirme, c'est difficile!! Moi, je trébuche sur le vocabulaire spécifique au monde nautique... je n'y connais rien!
Caroline, pourrais-tu nous éclairer sur le mot "cabulero", car je l'ai cherché et même la Real Academia dit que le mot n'existe pas...
Merci,
un abrazo.

Tradabordo a dit…

C'est tout l'intérêt d'internet. Il faut chercher, parfois longtemps. Et, avec patience et passion, on trouve. Pour "cabulero", voici ce que j'ai déniché : « mesa de maniobra ». Le premier fil tiré, continuons l'enquête sur des sites français et l'équivalent apparaîtra tôt ou tard. Mais j'insiste, pour ce texte-là, l'évaluation ne se faisait pas sur le lexique… Certains se sont laissés impressionnés d'entrée de jeu par ces mots qu'ils ne connaissaient pas (pour nombre d'entre eux, on pouvait deviner et peu importe si on se trompait) et ont complètement perdu pied pour le reste : logique du sens, grammaire, ponctuation… Les non-sens ont été légions ; or ça, c'est rudement ennuyeux pour un futur traducteur. Il nous arrive à tous de tomber sur une traduction difficile, avec du vocabulaire spécialisé qui nous pose problème… mais il convient de montrer que nous sommes capables de réagir avec calme et détermination, afin de proposer quelque chose qui, à défaut d'être juste, tient la route et sera ensuite complété et corrigé avec un dictionnaire et internet.

Sonita a dit…

Merci Caroline. Et puis, ben, il faut bien le dire tu as raison... il faut parfois oser se jeter à l'eau et tenter quelque chose que de baisser les bras!
Une question, lors de l'épreuve, les candidats ont droit à un dico, ou rien du tout?
un abrazo.

Tradabordo a dit…

Je te confirme que les étudiants n'ont droit à aucun document, à plus forte raison un dictionnaire… Ils doivent faire avec les moyens du bord.