jeudi 1 novembre 2012

Entrevista a Cristina Rascón Castro – par Sonia Ferreira

Cristina Rascón Castro
(par Carina Pérez Garcá)
Je vous rappelle que Cristina Rascón Castro est mexicaine et l'auteure de la nouvelle « Anime, animal », traduite par Sonita pour notre anthologie de nouvelles espagnoles et latino-américaines (cf colonne de droite du blog).
Merci à Cristina et Sonita !

1. Sonia Ferreira. Cristina, ¿cuándo empezaste a escribir?
Cristina Rascón Castro. Hola Sonia, gracias por la entrevista. Empecé a escribir de niña, entre los 6 y 9 años recuerdo que escribía poemas y a los 10 años ya tenía un guión de película, unos cuentos cortos y retazos de novela. Me encantaba leer, creo que la escritura nace como respuesta a la goce en la lectura, al viaje en la imaginación. A los 10 años decidí ser escritora, estaba muy segura de mi deseo.

2. S. F. ¿Cuándo se publicó tu primera obra y cuál fue?
C. R. C. En 2006 publiqué tres libros de cuento a la vez: Cuentráficos, El agua está helada y Hanami. En 2005, Cuentráficos fue seleccionado por el Programa editorial de Sonora para publicación. En el mismo año, El agua está helada ganó el Premio Literatura Sonorense y por la misma fecha me informaron que Hanami había obtenido el Premio Latinoamericano de Cuento Benémerito de América. Fue por ello que los tres se publicaron por primera vez en 2006. Los cuentos de esos tres libros fueron escritos entre 1996 y 2004.

3. S.F. ¿Siempre te has dedicado a la escritura de cuentos?
C. R. C. Estoy abierta a todos los géneros, tengo curiosidad, creativa y técnica.

4. S.F. ¿Por qué elegiste este género literario?
C. R. C. En el cuento es donde me siento en casa, me gusta la intensidad, la inyección de adrenalina en el espacio breve - o no tan breve.

5. S.F. ¿Cuáles son tus autores favoritos? ¿Por qué?
C. R. C. Uff, cada año se apilan más y más: Kawabata, Borges, Cortázar, Luisa Valenzuela, Lispector, Ribeiro, Atwood, Kanehara, Cervantes, Murakami Shikibu…

6. S.F. ¿Qué autor(es) te ha(n) inspirado más?
C. R. C. Ellos, los que menciono.

7. S.F. ¿Tus cuentos son una forma de plasmar la realidad que te rodea?
C. R. C. A veces sí, son pedazos de realidad que ligo con fantasía, otras veces son fantasía con esqueleto de realidad.

8. S.F. En tu obra se nota tu fascinación por la cultura oriental,  en especial la japonesa. ¿En qué medida ésta influye en tu forma de escribir?
C. R. C. De mis cuatro libros publicados de cuento, dos tratan sobre Japón, en parte porque viví ahí cinco años, en parte porque me fascina la literatura japonesa, tanto el haiku como el verso libre,  la novela antigua y contemporánea. Creo que la influencia de lo que uno lee siempre está presente en los textos, pero no es consciente, por lo que habría que analizar si además del tema es el estilo el que tiene tintes japoneses… creo que en los finales abiertos podría notarse una influencia japonesa.

9. S.F. Alguna vez dijiste que eres una “escritora juguetona”. ¿Podrías explicarnos lo que significa?
Jugar. Con todo. Con el lenguaje y las estructuras, supongo.

10. S.F. Cristina, tú también eres traductora. ¿Cómo llegaste a hacer traducción?
C. R. C. Cuando me di cuenta que podía leer poesía,  prosa, pequeñas historias, en japonés y quería compartirlo con otras personas. La única forma era traduciendo… y si iba a traducir quería hacer lo bien, pues el producto queda plasmado como una versión de muchas posibles, es una gran responsabilidad ante un lector que no conoce el idioma original. También he traducido del inglés, francés y portugués para lecturas, encuentros literarios y revistas culturales, para compartir entre países los textos que más me han cautivado. Otra práctica que me ha enriquecido y me ha gustado muchísimo es el traducir mis textos (poesía, haiku, cuento) del español al inglés,  para diversos eventos y publicaciones. Claro, después de mi traducción viene el ojo revisor de algún especialista nativo del inglés para terminar de darle buena forma. El trabajar en conjunto con dicho revisor me ha dado mucho aprendizaje en el tema. De igual forma, el proceso de traducción de mis textos a otros seis idiomas por diversos traductores, resolver sus dudas y dar seguimiento a sus formas de traducir ha sido muy interesante y me forma en mi camino de traductora.

11. S.F. ¿El hecho de que tú también seas escritora influye en tu forma de traducir?
C. R. C. Sugongo que sí, supongo que una traducción hecha por un no-escritor quizá busque otras cosas. En mi caso busco el efecto equivalente, el ritmo, la musicalidad, en resumen reproducir la estética y la perturbación.

12. S.F. ¿Eliges tú los textos que traduces?
Generalmente sí.

13. S.F. ¿Cómo ves la profesión del traductor hoy en día?
C. R. C. Es una labor bella, artística, apasionada. Apuesto por la traducción literaria como una forma de comprender otros universos, otros seres humanos y culturas, de comprender las otras posibilidades de ser humano.

14. S.F. ¿Qué herramientas usas en tu labor de traducción?
C. R. C. Diccionarios en libro, en formato electrónico, en internet. Diccionarios japonés-japonés, portugués-portugués, inglés-inglés, etcétera, así como japonés-francés, japonés-inglés, japonés-portugués y japonés-español. También los de japonés antiguo a japonés moderno o los especializados en kanji (ideogramas). Diccionarios de sinónimos y antónimos. Diccionarios de slang. Diccionarios vivientes que son amigos de la lengua de origen que me aclaran con ejemplos contextuales los usos de su lengua… La verdad disfruto viajar por los idiomas, ver coincidencias o disidencias,  relacionar o no sus orígenes,  cosas así. Desde muy joven leo diccionarios por mero placer,  la verdad :-)

15. S.F. ¿Cómo procedes cuando te topas con una dificultad o entonces te bloqueas? Pasa muchas veces que en el mundo de la traducción te atoras con una palabra,  ¿tienes algún truco para desbloquearte?
C. R. C. Cuando no entiendo la naturaleza de una palabra no queda otra más que buscar y buscar,  en el último caso preguntar a un nativo de la lengua. Pero cuando es el efecto,  la esencia del poema,  el ritmo del verso, lo que no entiendo o aun comprendiéndolo no puedo reproducirlo…  ahí me abrumo y no queda más que salir a caminar, dejar una versión preliminar, volver a ella después de terminar otros poemas del mismo autor, una vez que comprenda más el estilo y  naturaleza de su obra en general.

16. S.F. ¿Qué tipo de relación tienes con los autores que traduces? ¿Te ha pasado,  por ejemplo,  pedir su ayuda?
C. R. C. Rara vez pido al autor que me explique su texto o que me diga qué efecto quiso provocar, pero sí, de vez en cuando pregunto algunas dudas. Para mí la traducción es una lectura,  y, budistamente, no busco convertir el texto ni explicarlo ni interpretárselo al lector, solo busco ponerlo a su disposición lo más parecido a lo que el autor ofreció al lector original.

17. S.F. Para ti, ¿el traductor pudiera traicionar al autor,  o es un escriba que copia el texto tal cual? 
C. R. C. Para mí, copiar el texto tal cual, como un google translator, es traicionar al autor. Es hacerle ver como una persona sin ritmo, sin coherencia, sin oficio, con uso de muletillas o gerundios que en español decrecerían su estilo literario. Así que para no traicionar al autor, busco el sinónimo cuando es necesario y en el tono equivalente al tono general de ese poema, busco eliminar obviedades, pronombres o muletillas que en español no son necesarios, y serle fiel : repetir la misma palabra si el autor repite la misma palabra,  revelar los elementos y la sorpresa en el orden del original, aunque en español la gramática tenga por ello cierto giro… Un libro muy bueno sobre este tema es Testamentos traicionados, de Milan Kundera. Habla a detalle de las traducciones de la obra de Kafka y Cervantes y nos brinda buenas reflexiones acerca de la traducción literaria.

18. S.F. Cristina,  además de escritora y traductora también impartes talleres de creación literaria. ¿Qué consideras tú que es tu mayor aporte a las personas que desean escribir?
C. R. C. Quizá que no busco ni celebro que quieran escribir como Cristina,  o como autores que hayan leído antes. Celebro cuando en mis talleres descubrimos estilos propios, gracias a la experimentación lúdica y a un ambiente no necesariamente agresivo. Creo que para ser escritor hay que tener, ante todo, compromiso. Eso no lo da ningún taller, es algo interno. Cuando detecto compromiso en mis talleres y sembramos ludismo y buen uso de las técnicas, sólo queda esperar : tiempo después recibo buenas noticias sobre los logros, muy propios, muy únicos, de cada persona. 

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