mardi 26 octobre 2010

Le texte pour le tchat de cet après-midi

Pour rappel, nous continuerons à travailler sur le texte d'E. Mendoza, El año del diluvio. Je le publie de nouveau afin de faciliter les choses à tout le monde et par ailleurs, je signale que nous en étions à la sixième phrase : « Avisada la familia… » Le cas échéant, relisez la traduction collective à laquelle nous sommes parvenus la dernière fois pour vous remettre dans le rythme…

Al día siguiente de la visita a casa Aixelà, el doctor Suñé encontró a la enferma en un estado de extrema postración. Me parece que ayer quemamos el último cartucho, hermana, le dijo, me arrepiento de haberme dejado convencer. La monja le sonrió. No sabe cuánto le agradezco lo que hizo por mí doctor. Confesó, comulgó, y recibió los santos óleos ; luego entró en coma. Avisada la familia de la enferma por la dirección del centro, dos individuos de avanzada edad, que dijeron ser hermanos de sor Consuelo, llegaron aquella misma tarde, en el momento en que ella exhalaba el último suspiro. Al doctor Suñé, que acudió a darles el pésame, le dijeron que habían dejado de ver a su hermana mucho tiempo atrás, cuando ella, siendo aún una niña, había abandonado la casa paterna para ingresar en el noviciado ; al entrar en religión había cortado todo vínculo con la familia, dijeron ; desde entonces sólo se habían producido entre ellos cuatro a cinco reencuentros espaciados, fugaces y siempre por motivos luctuosos. Por esta razón, confesaron, la desaparición de su hermana no les había entristecido demasiado. Pese a todo, en el transcurso del funeral el menor de los hermanos no pudo reprimir los sollozos en varias ocasiones y en el cementerio ambos estaban visiblemente conmovidos. Antes de partir preguntaron si la enfermedad o el entierrro de su hermana habían ocasionado algún gasto, en cuyo, dijeron, ellos lo sufragarían. Les respondieron que no, que la orden religiosa corría con todos los gastos y esta respuesta acabó de sumirlos en un estado de gran desconsuelo. Pobre Constanza, dijeron, era nuestra hermana pequeña, pero nunca pudimos hacer nada por ella, ni siquiera ahora.


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