Juan Diego Gómez Vélez |
Juan est l'auteur colombien de l'étonnante et effrayante nouvelle SF sur laquelle travaillent Elena et Émilie pour notre projet SF, « Nuestra Señora de los Donores ».
Merci !
1) Elena Geneau ¿Desde cuándo escribe?
Juan Diego Gómez Vélez La verdad, no
escribo hace mucho. Exceptuando algunos intentos de adolescencia,
comencé a escribir hace muy poco. A principios de 2009. Motivado por
una conferencia de Salman Rushdie en el Hay Festival de Cartagena de
Indias, en la cual el escritor se despachó contra el género sin
mayores argumentos, escribí un artículo que luego intenté publicar
por distintos medios. Finalmente recordé que en la era de la
Internet la publicación está al alcance de todos e inicié un blog
que se fue convirtiendo en un repositorio de mis reflexiones sobre la
literatura, la ciencia ficción y algo de divulgación científica.
No he sido muy activo en él en este último año, pero algo he
seguido escribiendo.
De ficción, sólo
he terminado un cuento, “Nuestra Señora de los Donores”, en
2010. Algunos cuantos están de momento en proceso: virus
conscientes; una relación entre la extinción de los dinosaurios,
las posesiones demoníacas y los viajes en el tiempo; y la
posibilidad de que una mujer de raza negra sea la heredera al trono
de Inglaterra… pero todos se encuentran de momento en el tintero.
2) E.G. ¿Desde cuándo publica?
J. D. G. V. Sería desde
2010, cuando fue publicado este cuento en la antología “Sin
Censura” de la Bibilioteca Pública Piloto de Medellín. Fue en el
2011 que el cuento fue publicado en Axxón.
3) E.G. ¿Siempre ha escrito Ciencia Ficción?
J. D. G. V. Podría decirse
que sí, todo lo que he escrito está de alguna manera relacionado
con la ciencia ficción, sean los cuentos o los artículos y ensayos.
Sin embargo, las fronteras de lo que se llama ciencia ficción son
bastante borrosas y cambian según a quién se le pregunte. Dicho
esto, al menos uno de los relatos que tengo en proceso es más
fantástico que de ciencia ficción propiamente dicha: es sobre un
niño cuyo nombre coincide con una fruta exótica del sur de Asia,
particularmente apestosa.
4) E.G. ¿Por qué eligió este género?
J. D. G. V. Viene de familia,
al menos el gusto por la ciencia ficción. Mi padre siempre fue
seguidor de las series de televisión del género, como Star Trek,
todavía lo es. Mi hermano y yo descubrimos el placer de la lectura
con Asimov y Clarke, algo de Stanislav Lem y de Bradbury, e incluso
René Barjavel, gracias a la colección de Círculo de Lectores.
No es de extrañar
que las ideas de cuentos que empezaron a rondar en mi cabeza tenían
su terreno en los distintos subgéneros de la ciencia ficción.
5) E.G. ¿Qué otros textos ha publicado?
J. D. G. V. No, no he
publicado otros textos, a menos que se cuente el blog para esta
pregunta.
6) E.G. ¿Es un gran lector de ciencia ficción?
J. D. G. V. Soy un asiduo
lector de ciencia ficción. No puedo decir que un gran lector cuando
miro las paredes de mi biblioteca llenas de libros que aún no me he
leído y que quizá no me alcance la vida para leer.
7) E.G. ¿Cuáles son sus autores preferidos? ¿Por qué?
J. D. G. V. De niño sólo
tuve acceso a dos de los que llaman los grandes, a Asimov y a Clarke,
y supe que tenían un acuerdo de caballeros entre ellos (los muy
modestos) de que Asimov era el mejor escritor de divulgación
científica y Clarke el mejor escritor de ciencia ficción. Bueno,
por mucho tiempo estuve de acuerdo con el tal acuerdo y en verdad
Clarke tiene esa resonancia de las ideas grandotas que te llenan de
sobrecogimiento, de los grandes misterios del cosmos y todo aquello.
Y sigue gustándome mucho Clarke, sobre todo lo último que hizo con
distintos colaboradores, con Stephen Baxter y con Frederik Pohl, con
una visión bastante creíble del futuro cercano, hasta el punto de
tener en mi colección prácticamente toda su obra y haberme leído
un 90% o más.
Pero después
llegaron por estos lados traducciones de Ballard y de William Gibson.
No pude con Ballard, lo confieso, me resultó más sofocante que el
mismo Albert Camus. En cambio, leer a Gibson me abrió las puertas a
ese renacimiento de los 80s y 90s que llamamos ciberpunk y sus
derivados y eso me gustó muchísimo.
Y luego la
internet y Amazon me permitieron acceder más allá de la pobreza de
las librerías locales, que traían bien poco de los poco se traducía
de la ciencia ficción y eso lo ponían en el último rincón más
escondido, como avergonzados de vender semejantes cosas. Pude leer a
Robert A Heinlein y resultó para mí uno de esos autores que se
dejan leer facilito y te atrapan hasta la última hoja. También me
leí Matadero 5, de Vonnegut, una verdadera joya.
Siguiendo con la
línea del cyberpunk y el post-cyberpunk, me encantó La Era de
Diamante de Neal Stephenson, creo que nadie ha pintado un mundo
futuro de nanotecnología con mayor lucidez e imaginación. También
de recomendar de este grupo al australiano Greg Egan, y a David
Marusek.
Últimamente he
leído algunas novelas del género y he encontrado autores muy
interesantes como Margaret Atwood (Oryx and Clarke) con su prosa
excelente y caracteres sólidos en un mundo postapocalíptico
totalmente creíble, o Paolo Bacigalupi con su Chica de Cuerda en un
futuro después del petróleo y completamente dominado por las
multinacionales de bioingeniería. También tuve la oportunidad de
desatrasarme con algunos “clásicos”, me devoré “Sin Mencionar
al Perro” y entendí por qué ha tenido tanto éxito Connie Willis.
Así mismo, he
tratado de estar al día con los cuentos que se van publicando,
principalmente de ciencia ficción, pero muchos están más del lado
de la fantasía. Así he conocido autores a los que hay que seguirles
el rastro: Rachel Swisky, Nancy Kress (más veterana en estas lides
pero todavía con una visión fresca) y Ken Liu, sobre todo este
último.
Y, bueno, si hay
un autor que se destaca hoy en día en el género es Ted Chiang,
quien no tiene una obra muy extensa pero todo lo que tiene es
recomendable a ojo cerrado.
8) E.G. ¿Qué autor lo ha inspirado más?
J. D. G. V. Debo decir que
sería Katzuo Ishiguro, pero más por lo que no escribió que por lo
que escribió. Ishiguro es este autor inglés de ascendencia japonesa
que escribió “Nunca me Abandones”, una novela donde muchos niños
son criados en instituciones reservadas, separados del resto de las
personas, estos niños son clones y su destino es servir de fuente de
órganos de remplazo para alguien allá afuera. Ellos aceptan su
destino sin discusión.
Yo me pregunté
cómo era posible que esta gente tomara su situación como una
realidad incontrovertible y aceptara tranquilamente que ese era su
destino. De ahí surgió la idea inicial de “Nuestra Señora de los
Donores”, donde trato de responder la pregunta desde la relación
con la madre, muy intensa sobre todo en nuestras familias
latinoamericanas, y un marcado simbolismo religioso.
9) E.G. ¿Se dice que hay muy poca ciencia ficción en su país, es verdad?
¿Por qué?
J. D. G. V. Eso creo. Es muy
poca la ciencia ficción que se logra conseguir de autores
colombianos. Yo pienso que la razón está relacionada con que el
colombiano generalmente vive de apariencias y prefiere acomodarse a
los gustos socialmente aceptados.
La ciencia
ficción es considerada un género menor, infantil en el mejor de los
casos, y lejana de todo lo apropiado y loable. En un país golpeado
por una realidad contundente y violenta, la ciencia ficción es vista
como fácil escapismo.
Es muy poco lo
que existe de literatura de ciencia ficción colombiana y de ese poco
es muy poco lo que yo conozco y he alcanzado a leer. Algunos autores
de lo que se llama literatura propiamente dicha (el término
anglosajón es mainstream)
se han aventurado en el género: Me he leído un cuento de Germán
Espinosa sobre un hombre que modificó unos simios para hacerlos más
similares a los seres humanos en inteligencia y comportamiento, con
terribles consecuencias personales para él; y tengo pendiente por
leer “Augusta”, una novela de Héctor Abad Faciolince que retrata
una Medellín distópica no muy lejana de su realidad actual.
Aparte de esto,
el único autor del género que a mi juicio merece la pena mencionar
en Colombia es Campo Ricardo Burgos, quien tiene una obra consolidada
a pesar de no ser muy extensa.
10) E.G. ¿Se dice que la literatura de ciencia ficción es más bien para los
adolescentes, piensa que en realidad tiene un alcance más
importante?
J. D. G. V. Estoy de acuerdo
con la respuesta implícita que tiene la pregunta. Sí, la literatura
de ciencia ficción tiene un alcance muy importante que no se limita
exclusivamente al público juvenil y adolescente. No hay que
demeritar la importancia de la literatura juvenil, pues su papel es
fundamental al seducir a los niños y adolescentes en el hábito de
la lectura construyendo lectores que luego serán libres de abordar
otros tipos de literatura (creo que por más desfachatez que veamos
en textos como “Sensatez y Sentimiento con Zombies” al menos
abren el camino a que de pronto los jóvenes se atrevan luego a
explorar la obra de Jane Austen, así mismo, me encantó ver que
ahora los libros de esta escritora son promocionados en sus portadas
como los textos favoritos de la protagonista de “Crepúsculo”.)
Pero literatura
de ciencia ficción no es necesariamente literatura para
adolescentes, así haya muchas obras, sobre todo novelas y seriados
de aventuras que sean escritos expresamente para los jóvenes (lo que
hoy se llama “YA”). Existen muchos textos de ciencia ficción que
claramente no son para público juvenil, por la densidad de los temas
que se manejan, por la madurez que se requiere para enfrentar ciertos
asuntos o la manera disruptiva con que se cuestionan paradigmas.
¿ejemplos? Stanislav Lem es en ocasiones muy serio y pesimista para
los jóvenes, y Olaf Stapledon muy enciclopédico y denso.
No sería sensato
pensar, además, en recomendar a cualquier adolescente los textos
explícitamente disruptivos con la sexualidad como los de Samuel
Delaney o ciertos cuentos de Kij Johnson. ¿Han leído “Spar”?
11) E.G. ¿Qué opina del porvenir de la literatura de Ciencia Ficción en
Latinoamérica en general y en su país en particular?
J. D. G. V. Soy optimista en
la medida en que observo la tendencia en la globalización cultural
donde cada vez se borran más las fronteras entre los países por la
facilidad incremental de compartir contenidos a través de la red y
me imagino un mundo futuro donde tengan más sentido los vínculos
por afinidad que aquellos por ubicación geográfica y pienso que los
temas más interesantes y extraños de la ciencia ficción estarán
al alcance de todos sin distinguir su nacionalidad. Pero eso no
significa una homogeneización de la cultura. Todo lo contrario:
preveo un espacio con una rica diversidad cultural, como la que hoy
en día están aportando al escenario mundial autores de orígenes
tan disímiles como China, Nigeria o Finlandia.
En este orden de
las cosas, creo que los latinoamericanos tenemos mucho que aportar
desde un punto de vista propio, con una historia común pero diversa
y un entramado cultural que se balancea entre la pasión religiosa
católica, apostólica y romana, el ancestro nativo de las
comunidades indígenas, la herencia africana traída con los esclavos
y siglos de mezcla de todos estos elementos con una posición siempre
de países de segunda o tercera categoría, como observadores desde
la barrera de lo que está sucediendo en los llamados países
industrializados.
Sin embargo, como
todo tipo de literatura, tenemos una nueva espada de Damocles sobre
las cabezas de los escritores y editores: el advenimiento de los
libros electrónicos y la facilidad de copiar en este medio, que hace
más fácil la piratería y más difícil sostener el viejo modelo
económico que permita a los creadores seguir viviendo de esto.
Preocupación válida en cualquier género y en cualquier
nacionalidad.
12) E.G. ¿La Ciencia Ficción es una manera de expresar la realidad?
J. D. G. V. Estoy de acuerdo
con eso. Siempre la ciencia ficción ha hablado más de la época en
la que es escrita que de la época, generalmente futura, donde
suceden los acontecimientos narrados. La ciencia ficción permite a
los autores presentar temas actuales, candentes y controversiales a
través de un filtro que permite que los lectores lo vean
directamente a los ojos sin cegarse o sin las ideas preconcebidas con
que abordan otros géneros. También la ciencia ficción es una
herramienta que permite extrapolar y poner a la gente a pensar si las
cosas siguen así como están a dónde podrían llevarnos.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire