Pero senti de nuevo el soplo frio de la noche, aumentado por el huracán que levantaba el tren en su rápida marcha, y al incorporarme, vi la otra portezuela, la inmediata a mi, completamente abierta, con un hombre sentado al borde de la plataforma, los pies fuera, en el estribo encogido, con la cabeza vuelta hacia mi y unos ojos que brillaban mucho en su cara oscura.
Traduction en cours d'élaboration dans les commentaires
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire